La tasa de fracaso, de un 15-25%, es similar a la observada en Europa y América
Los tratamientos antirretrovirales son igual de eficaces en el tercer mundo
La administración generalizada del tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA) a personas infectadas por el VIH en los países en vías de desarrollo no comportaría una aparición masiva de mutaciones de resistencia a los fármacos antirretrovirales. Una posibilidad que, si bien sugerida en numerosas ocasiones, no se sostiene científicamente, tal y como demuestra un estudio llevado a cabo por Médicos Sin Fronteras (MSF) y distintas instituciones españolas –el Hospital Universitari Mútua Terrasa, el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) y el Hospital Clínic de Barcelona– con pacientes seropositivos con TARGA en Kenia.
Como apuntan los autores, «la eficacia de los programas de tratamiento antirretroviral implementados en los países pobres en recursos es similar a la de los países industrializados».
En consecuencia, el porcentaje de pacientes que fracasan al tratamiento antirretroviral en los países del África subsahariana es similar al observado en Europa o América, en torno al 15-25%.
Control deficiente
El estudio, iniciado en 2008 y enmarcado en el proyecto iniciado por MSF en el Hospital de Busia (Kenia), centro con un área de referencia de 43.000 habitantes y una prevalencia de infección por el VIH del 6%, tenía por objetivo identificar el porcentaje de personas en TARGA que presentaban fracaso terapéutico, así como las mutaciones de resistencia y los fármacos a los que eran resistentes.
Por lo que respecta a los resultados, cabe resaltar que, «si bien la eficacia del TARGA es similar a la observada en los países desarrollados, la no disponibilidad en estos países de herramientas útiles que, como la determinación de la carga viral, identifiquen de forma precoz el fracaso a estos tratamientos, facilita el cúmulo de resistencias a la medicación y complica enormemente futuras opciones de tratamiento», según indican los autores.
Es más; el estudio también constata la precariedad de la monitorización y control del TARGA en estos países. Todo ello a pesar de los esfuerzos de las organizaciones supranacionales, que han logrado elevar la cifra de pacientes seropositivos en tratamiento en el África subsahariana hasta los más de seis millones.
Una deficiencia en el control que, como apunta el doctor David Dalmau, director de la Fundació Docència i Recerca de Mútua Terrassa y presidente de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA), miembro de Somos Pacientes, «facilita la aparición de resistencias y la ineficacia del tratamiento antirretroviral, lo que dificulta de forma indefectible las ya de por si pocas alternativas terapéuticas que se disponen en estos países y con un coste sanitario y de salud pública muy elevado».
– A día de hoy, 25 asociaciones de pacientes dedicadas al VIH/sida son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?