La pérdida de estrógenos deja a nuestro corazón desprotegido

La menopausia, una etapa crucial para cuidar nuestro corazón y evitar eventos cardiovasculares

Publicado el por Somos Pacientes

Una vez que las mujeres inician la transición hacia la menopausia, que suele suceder en torno a los 45-50 años, tienen más probabilidades de sufrir eventos cardiovasculares que los hombres. De hecho, la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte entre ellas a partir de esta edad. Así lo advierten los expertos del Movimiento Corazón de Mujer que, con motivo del Día Mundial de la Menopausia (18 de octubre), recuerdan la importancia de ofrecer una atención multidisciplinar a la mujer en esta etapa de su vida con el objetivo de tener controlados los factores de riesgo cardiovascular específicos.

menopausia

La perimenopausia implica una serie de cambios hormonales. La disminución en el nivel de estrógenos minimiza su función protectora del corazón y, según la doctora Leticia Fernández-Friera, cardióloga del Movimiento Corazón de Mujer y fundadora de ATRIA Clinic, “se pierde ese efecto vasodilatador y antinflamatorio que tiene dicha hormona, lo que altera la regulación de la presión arterial y puede conducir a hipertensión. Además, suele haber cambios en el perfil lipídico, al incrementarse los niveles de colesterol ‘malo’, el LDL, y disminuir los niveles de colesterol ‘bueno’, el HDL, lo que puede contribuir a la acumulación de placas en las arterias y aumentar el riesgo de ateroesclerosis”.

Además, se reduce el efecto anticoagulante natural de los estrógenos, incrementándose el riesgo de coágulos sanguíneos y, como consecuencia, de infartos y accidentes cerebrovasculares. Por último, cambia el metabolismo de la glucosa, aumentando el riesgo de diabetes y se redistribuye la grasa de la zona pélvica a la zona abdominal empeorando el perfil de riesgo metabólico “Estos dos factores son clave a tener en cuenta en esta etapa. Por eso, insistimos en la importancia de seguir una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico de forma habitual. En este sentido, es necesario un manejo adecuado de la menopausia desde un enfoque multidisciplinar que tenga en cuenta la prevención cardiovascular, junto con el control ginecólogo u oncológico para promover un estilo de vida activo y saludable”, señala la doctora Fernández-Friera.

Principales factores de riesgo que se deben controlar

Un estudio español reciente, publicado en la revista Journal of Cardiovascular Development and Disease, señala la hipertensión, la dislipemia, la obesidad o la diabetes como los principales factores de riesgo que deben controlar las mujeres en la menopausia. Asimismo, resalta que el riesgo de mortalidad cardiovascular en este perfil de mujer también viene determinado por su actividad física, el consumo de legumbres, la salud autopercibida y el tratamiento de la diabetes o la dislipemia.

“Sin duda, la llegada de la menopausia supone un punto de inflexión en la salud cardiovascular de las mujeres, incrementando el riesgo de enfermedades del corazón debido al cese de la actividad ovárica y a los cambios hormonales. En este sentido, además de seguir un estilo de vida saludable, puede ser eficaz el uso de la terapia hormonal sustitutiva (THS) que, según diversos estudios, ha demostrado reducir el riesgo cardiovascular en más del 50%, ya que, entre otros, ayuda a la mejora en la dislipemia y la regulación de la presión arterial”, afirma la ginecóloga y colaboradora de Corazón de Mujer Bárbara Fernández del Bas.

Implementar medidas de prevención

Desde el Movimiento Corazón de Mujer se insiste siempre en la necesidad de implementar medidas de prevención para evitar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares en mujeres. “Aquí es fundamental consultar de forma regular con un cardiólogo cómo es nuestra salud cardiovascular, incluyendo el corazón y las arterias, así como identificar los distintos factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión, colesterol alto o, incluso, antecedentes familiares de cardiopatía isquémica, de manera que podamos adelantarnos a los síntomas y prevenir enfermedades, como un infarto o ictus”, subraya la doctora Fernández-Friera.