Obesidad, un factor de riesgo para la enfermedad periodontal
Obesidad y salud de las encías: el vínculo inflamatorio
La periodontitis, al igual que otras enfermedades inflamatorias crónicas como la obesidad, la diabetes, el cáncer o las enfermedades cardiovasculares, está condicionada por una serie de factores e indicadores de riesgo. Uno de estos indicadores es la alimentación. Así, el exceso de productos proinflamatorios en la dieta, como los azúcares refinados o las grasas saturadas, está relacionado con la inflamación local y sistémica. Sin embargo, una dieta baja en estas sustancias, y rica en alimentos con ácidos grasos omega-3, vitamina C y D y micronutrientes derivados de fruta y verdura, contribuye a reducir la inflamación.
En esta línea, cada vez, más evidencias demuestran que la obesidad es un factor de riesgo para la enfermedad periodontal, con la inflamación como punto de intersección entre ambas patologías. En concreto, se ha observado en numerosos estudios que las personas con obesidad (tanto en la etapa infanto-juvenil como en adultos), a igualdad de acumulación de placa bacteriana sobre los dientes, tienen una mayor predisposición a sufrir inflamación de las encías, que, si no se trata de forma adecuada, puede desencadenar en periodontitis (que se caracteriza por pérdida progresiva de los tejidos que rodean al diente); esta patología, si no se trata de manera adecuada, puede evolucionar y provocar la movilidad dentaria y a su posterior pérdida.
“Se estima que una persona con obesidad tiene aproximadamente 3 veces más riesgo de sufrir periodontitis, y esto es independiente de edad, raza o consumo de tabaco; además, a mayor Índice de Masa Corporal (IMC), aumenta de forma lineal el riesgo de periodontitis y de que ésta sea más grave y avance más rápidamente”, señala la Dra. Cristina Serrano, periodoncista.
“Existe, por tanto, una necesidad real de que tanto los profesionales de la salud expertos en obesidad como los expertos en Periodoncia conozcan la relación entre obesidad y periodontitis para poder concienciar a la población y ofrecer la atención más adecuada a las personas que viven con estas enfermedades”, aconseja la Dra. María del Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española de Obesidad, quien califica de “fundamental la colaboración entre Sepa y SEEDO para facilitar que los profesionales conozcan las complejidades de la obesidad y transmitan a los pacientes la importancia de mantener un peso saludable y una buena higiene bucal y, viceversa, que los profesionales médicos integren la periodontitis como una comorbilidad potencial de la obesidad y contribuyan a la prevención de esta enfermedad”.
En definitiva, según concluye esta experta, “es más fácil que tenga las encías sanas una persona con peso normal que una persona con obesidad” y, por lo tanto, “las personas con obesidad (tanto si es su IMC como si es su perímetro de la cintura lo que tiene elevado, o ambos) deben cuidar y revisar mucho más sus encías”.