En un acto presidido por Su Majestad la Reina

SALUD MENTAL ESPAÑA reivindica medidas para promover el bienestar de las personas trabajadoras

Publicado el por Somos Pacientes

Un centenar de personas se han dado cita en el Acto Institucional del Día Mundial de la Salud Mental, organizado por la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA y financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y la Fundación ONCE. Su objetivo ha sido abordar la importancia de cuidar la salud mental de las personas trabajadoras en el entorno laboral. Su Majestad la Reina ha inaugurado la jornada asegurando que «cuando hablamos de salud mental, a menudo incurrimos en cierta simplificación y nos quedamos en el mensaje más rápido de cuidar el bienestar psíquico y de considerar un desafío, que nos convoca a todos, el malestar psíquico y las patologías que se derivan de él».

En este marco, ha recordado datos de un informe reciente del Ministerio de Trabajo, que alerta de que «el impacto en la salud mental de los trabajadores con precariedad es mucho mayor que en los trabajadores con menor precariedad». Su Majestad ha terminado su intervención poniendo en valor el impulso de la figura profesional de agentes de apoyo mutuo: «Es interesante- reconoció- porque son personas que han tenido ya una experiencia propia en salud mental y que acompañan a quienes están en ese proceso, desde el respeto, la escucha sin juicios y la horizontalidad, y por tanto trasladan un mensaje que es clave en la recuperación».

Por su parte, Nel González, presidente de la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, ha afirmado que las cargas de trabajo excesivas, los horarios prolongados, la inseguridad laboral o la remuneración inadecuada, son algunos de los riesgos para la salud mental en el entorno laboral. También recordó que solo 13 de cada 100 personas con un diagnóstico de salud mental comparte su situación con sus compañeros o compañeras de trabajo, según el Informe ‘La situación de la salud mental en España’.

El tejido empresarial puede contribuir a generar espacios de trabajo seguros, saludables e inclusivos. Sensibilizar e informar sobre el cuidado de la salud mental, para que no sea un tabú ni algo que esconder, y formar a las personas para que puedan abordar situaciones relacionadas con esto, es uno de los primeros pasos”, ha asegurado el presidente de SALUD MENTAL ESPAÑA. Ha añadido que “son las Administraciones y los poderes públicos quienes deben arbitrar las medidas legales necesarias para proteger la salud de las trabajadoras y los trabajadores en el ámbito laboral, incluyendo la detección, prevención y abordaje de los riesgos psicosociales”.

Durante su intervención, Sira Rego, ministra de Juventud e Infancia, en su intervención, ha señalado a la salud mental como “uno de los desafíos más importantes de nuestro tiempo«, reconociendo que «debemos ser capaces de resolver algunas causas estructurales vinculadas a la desigualdad y que nos interpelan colectivamente como sociedad». «No podemos resolver este problema medicalizando las desigualdades y enfocando el asunto, solo desde el punto de vista farmacológico», sentenció y apeló a un cambio de paradigma, «a recordar la importancia de los lazos humanos, la solidaridad y la creación de proyectos colectivos».

Visibilizar la salud mental

Previamente a las intervenciones, para dar inicio al acto, se proyectó el vídeo ‘Salud mental más salud laboral: beneficio global’, elaborado por parte de la Confederación dentro de la campaña ‘Trabajar sin máscaras. Emplear sin barreras’, con el respaldo del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. En él, cinco personas del movimiento asociativo de SALUD MENTAL ESPAÑA dieron su testimonio sobre sus vivencias en los entornos laborales, describiendo diversas situaciones de discriminación. Las personas participantes en el vídeo fueron Elisabet Lemos, de AFES Salud Mental; Inmaculada Carrasco, de la Asociación Salud Mental Ceuta; Francisco Javier Moreno, de la Federación Salud Mental Andalucía; Juan Gabriel Quintana, de la Asociación Salud Mental El Cribo, y Ana María Martínez, de FAEMA Salud Mental Ávila.

A continuación, tuvo lugar la representación de una de las escenas de la obra de teatro Click!, de la mano de La Rueda Teatro Social, que sirvió para visibilizar y poner sobre la mesa situaciones de discriminación que, de forma habitual, pueden vivir las personas con problemas de salud mental en su entorno laboral. La pieza teatral tiene como objetivo sensibilizar acerca de cómo el entorno (tanto la empresa como el personal que la compone) puede influir de forma positiva o negativa en la inclusión de la persona que tiene un problema de salud mental e incluso en su proceso de recuperación, y cómo el estigma afecta de forma muy significativa a su bienestar.

Experiencias en primera persona

Para terminar la jornada, tuvo lugar un debate entre la periodista y ganadora de un Premio Pulitzer Mar Cabra, y el médico y escritor Eduardo Vara, autor del libro ‘Maldito trabajo’. Ambos hablaron sobre el vínculo entre la salud mental en el ámbito del empleo, debatieron sobre el sufrimiento psíquico de las personas trabajadoras y el estigma de la salud mental en los entornos laborales, y hablaron sobre la precariedad laboral y su impacto en el bienestar.

Mar Cabra explicó cómo llegó a desarrollar el síndrome de burnout (del trabajador quemado), después de trabajar en su investigación sobre los Papeles de Panamá, «aunque en ese momento no sabía ponerle palabras a lo que me pasaba, y mis jefes tampoco». Para Cabra «tenemos un mercado laboral global que está roto, porque nos estamos organizando productivamente mal. Tenemos cargas laborales inmanejables en la mayoría de las profesiones».

Para concluir, la periodista remarcó la responsabilidad de las empresas en el bienestar emocional de sus trabajadores y trabajadoras, apelando, entre otros asuntos, a la desconexión digital y a una digitalización saludable, y recordando que «parar es productivo».

Por su parte, Eduardo Vara, apuntó dos factores que considera cruciales en la salud mental de las personas trabajadoras. El primero lo encuentra en un «desencuentro de expectativas. Por un lado, las empresas que tienen las expectativas de encontrar trabajadores hiperpreparados, con una mentalidad casi religiosa, anteponiendo el trabajo a otras cosas, y, por otro lado, las personas trabajadoras que están buscando flexibilidad, conciliación, de sentirse útiles, no solo en el trabajo, sino con sus familias y redes sociales».

El segundo factor señalado por Vara fue el cinismo en las organizaciones, «contra el que tenemos que luchar». «A veces se producen ciertas dinámicas, en las cuales, desde algunos sectores, hay cierto postureo sobre la preocupación y la salud mental de las personas, cuando realmente lo que se transmite es que se están ignorando los problemas… eso fomenta un clima de desconfianza, abrir la puerta al cinismo, que además se ha visto que afecta tanto a las personas que lo sufren, como a las personas que lo practican, y que daña seriamente a la productividad».

Reivindicaciones de SALUD MENTAL ESPAÑA

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, la Confederación realiza una serie de reivindicaciones en el ámbito laboral, que son las siguientes:

  1. Implicación de las empresas en generar entornos seguros, saludables e inclusivos, donde se cuide y se hable de salud mental, sin tabúes ni prejuicios. Impulso, por parte de la Administración pública, de medidas contra la precariedad laboral y el control de riesgos laborales y psicosociales en las empresas.
  2. Implementación en las empresas de un sistema de apoyos y adaptaciones al igual que se adaptan los lugares de trabajo para otras discapacidades, respetando además la privacidad de la persona.
  3. Recursos que faciliten la inserción laboral de las personas con trastorno mental, como la formación laboral, la inserción laboral en puestos de empleo ordinario, el fomento el empleo con apoyo y los Centros Especiales de Empleo.
  4. Cumplimiento de las cuotas de reserva de empleo para las personas con discapacidad (actualmente 10%), tanto en la Administración pública como en el sector privado, y que el cupo reservado para las personas con trastorno mental sea de, al menos, el 2%.
  5. Incorporación de la metodología de apoyo de pares.