Aprovechando el Día Mundial de la Diabetes, que tiene lugar el 14 de noviembre, la comunidad de pacientes y los profesionales de la salud en España han puesto de relieve la necesidad de un enfoque holístico para abordar esta enfermedad desde el punto de vista físico y también emocional. Y es que la diabetes repercute en la salud mental de quienes la padecen: se estima que alrededor del 50% de los pacientes experimentan un “distrés emocional” derivado de la enfermedad, lo que conlleva un mayor riesgo de desarrollar problemas de ansiedad y depresión.
Según Antonio Pérez Pérez, presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Diabetes (FSED), esta angustia está relacionada con la carga diaria de autocuidado, el temor a complicaciones graves y el estigma social, factores que afectan a la calidad de vida y que complican el control de la enfermedad. En este sentido, Pérez subraya que el impacto en el bienestar emocional y psicológico de los pacientes está poco reconocido y que las recomendaciones para abordarlo aún no están bien definidas.
Aunque recuerda que existe una relación bidireccional entre las complicaciones de la diabetes y los problemas de salud mental. Si uno de los dos aspectos mejora puede contribuir a una evolución positiva del otro. Esto ha impulsado a los expertos a abogar por un tratamiento integral que contemple la atención psicosocial como parte esencial de la terapia.
Desde la Federación Española de Diabetes (FEDE) se ha valorado muy positivamente este punto de vista hacia el bienestar del paciente y sus familiares, además de celebrar los importantes avances que se han dado en este campo a lo largo de los últimos años. Según indica su presidente, Juan Francisco Perán, «hablar de calidad de vida en diabetes también revela la creciente importancia que se le concede a la humanización de la medicina y la llegada de tratamientos personalizados y centrados en la experiencia del paciente”.
Avances en el tratamiento de la diabetes
Uno de los logros más destacados en el tratamiento de la diabetes ha sido la expansión en el uso de dispositivos de monitorización continua de glucosa, los cuales ayudan a reducir la frecuencia de las hipoglucemias y facilitan el ajuste del tratamiento. Este avance es sólo una muestra de cómo la tecnología puede transformar la vida de los pacientes.
En diabetes tipo 2, los agonistas del receptor GLP-1 y los agonistas duales GLP-1-GIP se están consolidando como terapias innovadoras, ofreciendo posibilidades de remisión de la enfermedad en algunos casos recientes. La pérdida de peso resultante del uso de estos fármacos ha demostrado no sólo mejorar el control glucémico sino también reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares y renales, factores críticos en la gestión de esta enfermedad.
Sin embargo, estos avances no están exentos de obstáculos. La obesidad, que es un factor determinante en la diabetes tipo 2, aún no es reconocida como una enfermedad en España. Esto limita el acceso a tratamientos efectivos para muchas personas. La falta de financiación pública para estos tratamientos, según Francisco Javier Ampudia-Blasco, presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED), representa una oportunidad perdida para mejorar la salud de aquellos que tienen obesidad y patologías graves asociadas.
Nuevas perspectivas en la diabetes tipo 1
En el ámbito de la diabetes tipo 1, el uso de la monitorización continua de glucosa y los sistemas de administración automática de insulina (AID) ha marcado un antes y un después en el control de la enfermedad, permitiendo a los pacientes mantener niveles de glucosa más estables y reducir la frecuencia de hipoglucemias.
Además, los esfuerzos en investigación han dado lugar a importantes avances en la prevención de la diabetes tipo 1 en personas con riesgo elevado. Un ejemplo es el uso del anticuerpo monoclonal teplizumab, que ha mostrado eficacia en retrasar la progresión de esta enfermedad en fases preclínicas. Aunque este medicamento ha sido aprobado en Estados Unidos, aún está pendiente su aprobación en Europa.
A pesar de los avances, la comunidad de personas con diabetes en España se enfrenta a una falta de equidad en el acceso a tratamientos. En opinión de FEDE, la descentralización de las políticas sanitarias ha generado desigualdades entre comunidades autónomas en cuanto a la disponibilidad de dispositivos y medicamentos. Por eso, debe ser una prioridad asegurar un acceso igualitario a estos recursos, independientemente de la región en la que resida el paciente.
Mayor visibilidad y educación terapéutica: pilares fundamentales
La visibilidad social de la diabetes es otra área en la que los pacientes y los profesionales de la salud quiere impulsar cambios. Aunque la prevalencia de la diabetes es elevada, esta enfermedad sigue recibiendo una atención y recursos insuficientes en el sistema de salud. Para Antonio Pérez Pérez, esta falta de visibilidad afecta tanto a la prevención como al tratamiento, limitando el impacto positivo que podrían tener intervenciones tempranas.
Finalmente, otro aspecto clave es la educación terapéutica que en la mayoría de los casos llega de la mano de enfermeras especializadas. Sin embargo, aún no existe un reconocimiento oficial por parte del Ministerio de Sanidad para estas profesionales, un vacío que limita la efectividad del seguimiento de los pacientes.