Un programa de donación hace posible erradicar una de las principales causas de ceguera
Cerco a la oncocercosis
En octubre de 1987, la compañía farmacéutica MSD (conocida como Merck en EE.UU. y Canadá) tomó la decisión de donar el medicamento Mectizan (ivermectina) para el tratamiento de la oncocercosis (ceguera de los ríos) –»tantos como fuesen necesarios, durante todo el tiempo necesario»– con el objetivo de erradicar esta enfermedad, una de las causas principales de la ceguera prevenible a nivel mundial. En 1998, Merck amplió el Programa de Donación de Mectizan (MDP según sus siglas en inglés) para incluir la erradicación de la filariasis linfática (FL) en países africanos y en Yemen, donde esta enfermedad coexiste con la oncocercosis.
Mundo libre de enfermedad
Un cuarto de siglo después de aquella iniciativa, distintos líderes mundiales se han reunido en Londres para analizar este ejemplo de colaboración público-privada. En su invervención, la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dra. Margaret Chan, señaló: «Veinticinco años después, nos encontramos cerca de erradicar la oncocercosis del hemisferio occidental. Este extraordinario logro también es considerado factible en partes de África en las que antes sólo podíamos esperar controlar la enfermedad. Gracias a esta donación y al compromiso de los países endémicos, ONG, agencias de Naciones Unidas y a la comunidad donante, ahora podemos imaginar un mundo libre de esta enfermedad».
La oncocercosis se transmite por la picadura de una mosca negra y causa picor intenso, lesiones permanentes en los ojos y la piel y con el tiempo, ceguera. Gracias al MDP se han donado más de mil millones de tratamientos a más de 117.000 comunidades en 28 países de África, seis países en América Latina y Yemen. Hasta la fecha, la transmisión de la enfermedad ha sido interrumpida, lo que quiere decir que no se han identificado casos nuevos, en cuatro de los seis países afectados en América Latina y en nueve regiones de los cinco países africanos.
Colaboración público-privada
El MDP ha sido posible gracias a una asociación público-privada única que incluye a la OMS, el Banco Mundial, el Equipo de Trabajo para la Salud Global, el Programa Africano para el Control de la Oncocercosis (APOC, según sus siglas en inglés), y el Programa para la Eliminación de la Oncocercosis en las Américas (OEPA), así como los ministerios de Sanidad, las ONG y las comunidades locales de los países endémicos.
Hasta la fecha, MSD ha donado 5.100 millones de dólares en comprimidos de Mectizan y ha invertido aproximadamente 45 millones de dólares en respaldo económico directo al MDP.
Según el expresidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, «se ha logrado un progreso significativo para reducir el sufrimiento causado por la oncocercosis». «En África, donde antes se pensaba que la enfermedad sólo podría controlarse, se están dando grandes pasos para erradicarla completamente de una serie de países. Y en el hemisferio occidental, el Carter Center y sus socios están cerca de erradicarla. Gracias a MSD, al compromiso de las comunidades endémicas y a unas sólidas alianzas, ahora podemos imaginar un mundo en el que algún día no existirá la oncocercosis», añadió.
Del laboratorio a donde se necesite
En 1978, el Dr. William Campbell sugirió que el medicamento Mectizan, descubierto en los laboratorios de MSD, podría resultar útil contra la oncocercosis en humanos. Se realizaron ensayos clínicos y, en octubre de 1987, la compañía anunció que donaría el medicamento para el tratamiento de la ceguera de los ríos a todos aquellos que la necesitaran durante todo el tiempo que fuese necesario para eliminar la enfermedad como problema de salud pública.
En 1998, MSD amplió su compromiso para incluir la donación para el tratamiento de la filariasis linfática (FL) en países africanos y en Yemen donde la FL coexiste con la oncocercosis. Desde 1998 se han aprobado más de 665 millones de tratamientos para la FL. El programa ha desarrollado un modelo de alianza único que ha creado niveles de cooperación entre el sector privado y las organizaciones públicas y ha sido clave para el desarrollo posterior de varias iniciativas diferentes de donación de medicamentos.