El 65% de los pacientes con una enfermedad cardiaca no son bien informados sobre su situación durante su estancia hospitalaria. De hecho, son numerosos los casos de pacientes que no conocen la gravedad de su estado ni el tratamiento que van a recibir. E incluso, que desconocen la unidad hospitalaria en la que se encuentran ingresados. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital Universitario Central de Asturias en Oviedo (HUCA) y publicado en Revista Española de Cardiología, órgano oficial de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

El resultado de este desconocimiento por los pacientes, como explica el doctor Manual Barreiro, director de la investigación, «es fruto de la poca implantación de programas hospitalarios que, dirigidos a la educación del paciente, recomiendan las guías de práctica clínica; de hecho, la implantación de estos programas en nuestro país apenas llega al 5%, cuando en Europa es del 60% y en Estados Unidos del 30%.

Poco o mal informados

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores entrevistaron a un centenar de pacientes de la Unidad de Cardiología del HUCA durante su tercer día de ingreso.

Entre otros resultados, los investigadores constataron que el 11% de los pacientes desconocía el motivo de su ingreso; que el 19% no sabía definir en qué servicio hospitalario se encontraba ingresado –de hecho, el 17% creía estar ingresado en cirugía cardiaca–; que el 61% desconocía el nombre de su médico responsable; que el 24% no sabía decir qué tipo de cardiopatía padecía; que el 32% no era capaz de reproducir las pruebas que le habían realizado; y que el 29% no sabía definir qué tipo de tratamiento se aplicaría en su caso.

Por lo que respecta a la gravedad de su estado, el 23% no sabía definirla y un 29% la consideraba inferior a la real. Además, el 22% no pudo determinar si su enfermedad sería relevante en su pronóstico; el 9% desconocía si debería cambiar sus hábitos de vida tras el alta hospitalaria; y el 29,7% consideraba que no los cambiaría –en contra de lo indicado en el caso de su enfermedad.

El paciente reclama mayor información

Los resultados también muestran el deseo de los pacientes de tener una mayor información. De hecho, los pacientes que rehusaron ser mejor informados fueron aquellos que tenían mayor grado de conocimiento sobre su enfermedad –con excepción de los aspectos relativos a la necesaria modificación de los hábitos de vida tras el alta hospitalaria.

Así, el estudio mostró que los pacientes con mayor desconocimiento fueron aquellos con edades más avanzadas o unos niveles educativos más bajos. Tal es así, apuntan los autores, “que los programas de educación deben ajustarse según las características de cada paciente”.

En palabras del doctor Barreiro, «en un marco ideal debería haber unos programas de formación al paciente desde el primer momento en el que se detecta la enfermedad, ya que se ha demostrado que mediante la implantación de estos programas se consigue mejorar la calidad de vida de los pacientes, se disminuye el número de rehospitalizaciones y desciende la mortalidad«.

En este contexto, sin embargo, debe atenderse a la actual coyuntura económica, “que está propiciando que el paciente salga de la consulta sin estar debidamente informado, no sale convencido, no sabe lo que le pasa ni los pasos que tiene que hacer para modificar su pronóstico”, concluye el doctor Barreiro.

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