Estudio en ‘NEJM’
El asma persistente en la infancia aumenta el riesgo de desarrollar EPOC
Los niños que padecen asma persistente tienen un riesgo elevado de desarrollar enfermedad obstructiva crónica (EPOC) una vez alcanzada la edad adulta. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Brigham and Women’s Hospital de Boston (Estados Unidos) y publicado en la revista The New England Journal of Medicine (NEJM).
En palabras del doctor Scott T. Weiss, director del estudio, “nuestros hallazgos muestran que el asma persistente infantil puede dar lugar al desarrollo de EPOC, algo que hasta ahora no se había descrito correctamente. Los niños que tenían una pobre función pulmonar al principio de la investigación siguieron unos patrones de crecimiento predecibles: la mayoría tenían un crecimiento pulmonar reducido a lo largo del tiempo y un número significativo acabarían cumpliendo los criterios para el diagnóstico de la EPOC”.
Mayor riesgo de EPOC
En el estudio, los autores analizaron la evolución de 684 niños con asma y edades entre los 5 y los 12 años hasta que cumplieron los 23. Y para ello, todos los participantes se sometieron cada año a un espirometría para evaluar el estado de su función pulmonar.
Concluido el estudio, el 11% de los participantes cumplía con los criterios diagnósticos de la EPOC y hasta un 75% mostró un deterioro de la función pulmonar y/o un menor crecimiento pulmonar al superar la adolescencia. Además, este efecto negativo asociado al asma no se pudo corregir con ningún tratamiento.
Como indica el doctor Robert C. Strunk, co-autor del estudio, “los resultados son ciertamente asombrosos. Para una persona que apenas acaba de alcanzar la edad adulta, el padecer ya la EPOC es terrible. Y es que según la EPOC evoluciona, los afectados tienen cada vez mayor riesgo de sufrir problemas de salud que les dificultan sus actividades cotidianas”.
En definitiva, concluye el doctor Weiss, “los médicos tienen que identificar de forma más precoz a los niños en riesgo y aconsejarles sobre las posibles medidas preventivas. Y es que dado que el asma es por sí misma un factor de riesgo para el desarrollo de la EPOC, los afectados deben ser advertidos sobre los riesgos asociados a la exposición ambiental, caso por ejemplo de fumar, que podrían intensificar sus síntomas y aumentar la probabilidad de que desarrollen EPOC”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘NEJM’?
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