Solo 4 de cada diez bebes la disfrutan
El aumento de la lactancia materna salvaría miles de vidas al año
Una y otra vez la Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en la necesidad de aumentar las tasas de lactancia materna que llevan estancandas varias décadas. En la actualidad apenas el 40 por ciento de los bebes hasta los seis meses se alimentan a base de leche materna, algo que exige en todos los países, independientemente de su nivel de desarrollo, la puesta en marcha o potenciación de políticas y campañas de información que fomenten esta forma de alimentación de la que se derivan, como puntualizan los expertos, claros beneficios para el niño y para la madre.
Como la ciencia ha demostrado de forma contundente, la ingesta de leche materna previene problemas de salud relacionados con las alergias, el asma, la diabetes, la obesidad, las diarreas y otras enfermedades que ponen en riesgo la salud y la vida de los bebés. Por otra parte, es cada día más incontestable, se apunta desde la OMS, su efecto positivo sobre las madres al jugar un papel no desdeñable en la prevención del cáncer de mama y ovario, la diabetes tipo 2 y algunos procesos cardiovasculares.
Aumentar a nivel planetario las tasas de lactancia materna en diez puntos, afirman los especialistas, podría salvar cerca de un millón de vidas al año en pequeños de menos de seis meses e incidiría claramente sobre la salud de muchos miles de madres. No hacerlo, como concretan los datos de los últimos tiempos, le cuesta al mundo más de 300.000 millones de dólares anuales.
Un reciente informe del Banco Mundial concluye que promover y proteger este tipo de lactancia en el mundo representa un coste que ronda los 600 millones de dólares anuales. Las estimaciones de este organismo apuntan que los beneficios económicos potenciales directamente derivados de estas actuaciones suponen casi 30.000 millones anuales sólo en la próxima década, lo que significa un rendimiento de 35 dólares por cada dólar invertido.
La OMS puntualiza que las madres son mucho más proclives a amamantar cuando tienen la información correcta y desde el momento del nacimiento encuentran actitudes y políticas que protegen y fomentan esta práctica. En consecuencia, los expertos proponen las siguientes recomendaciones:
En el hospital:
- Capacitar al personal médico y sanitario sobre los beneficios de la lactancia materna.
- Promover el contacto piel con piel entre el bebé recién nacido y su madre.
- Dar consejos prácticos para mejorar la lactancia materna y ayudar a las madres con los problemas más frecuentes a la hora de amamantar.
- Salvo que haya alguna contraindicación específica, facilitar que las madres se queden con sus hijos en la misma habitación desde el momento en que nacen.
En el domicilio:
- Bajas remuneradas a las parejas que les permitan establecer vínculos más estrechos con sus hijos y contribuyan a la igualdad, incluyendo el compartir el cuidado de los niños y las responsabilidades domésticas.
- Apoyo familiar.
En el trabajo:
- Bajas de maternidad suficientes (al menos 18 semanas), que permitan fortalecer el vínculo y establecer una buena lactancia materna.
- Horarios flexibles para poder continuar con la lactancia una vez que la madre se reintegre al trabajo.
- Espacios adecuados para la extracción de leche o para amamantar al bebé.
- Apoyo de los demás trabajadores para poder equilibrar los roles de madre y profesional.