Estudio en ‘Annals of Internal Medicine’
El consumo regular de café se asocia a una mayor esperanza de vida
Las personas que toman café a diario, ya sea ‘normal’ o descafeinado, tienen una mayor esperanza de vida. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles (Estados Unidos) y publicado en la revista Annals of Internal Medicine.
En palabras de la doctora Veronica W. Setiawan, directora del estudio, “no podemos garantizar a una persona que tomar café prolongará su vida, pero en nuestro trabajo hemos observado la existencia una asociación. Así que, si le gusta tomar café, ¡hágalo! Y si no es un bebedor de café, quizás debería considerar empezar a tomarlo”.
Menor mortalidad
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores siguieron durante un periodo promedio de 16 años la evolución de 185.855 adultos de distintas etnias y edades comprendidas entre los 45 y los 74 años que respondieron cada cinco años a un cuestionario sobre sus hábitos de vida y su dieta –incluido el consumo de café, especificando si era de tipo normal o descafeinado.
Los autores dividieron a los participantes en cuatro grupos en función a su consumo de café: no bebedores de café –16% del total de todos los participantes–; bebedores de una única taza diaria –31%–; consumidores de dos o tres tazas diarias de café –25%–; y grandes consumidores –cuatro o más tazas al día, 7%–. Sin embargo, el 21% de participantes no pudo ser incluido en ninguno de los grupos dado que su consumo de café fue definido como ‘irregular’.
Concluido el periodo de seguimiento, 58.397 participantes –el 31% del total– habían fallecido, siendo la causa principal una enfermedad cardiovascular –36% de los decesos– o un cáncer –31%.
Los resultados mostraron que, comparados frente a aquellos que nunca tomaban café, las personas que consumían una única taza al día tenían un riesgo un 12% inferior de fallecer por cualquier causa. Un descenso de la mortalidad que, en caso de beber entre dos y tres tazas diarias se elevó hasta un 18%. Además, como indica la doctora Setiawan, “la menor mortalidad observada fue independiente de que el café fuera normal o descafeinado, lo que sugiere que esta asociación no se encuentra asociada a la cafeína”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Annals of Internal Medicine’?