El riesgo es mayor en función del nivel y la duración de la exposición al humo
El tabaquismo pasivo incrementa el riesgo de demencia grave
La exposición al humo de tabaco por las personas no fumadoras –los denominados ‘fumadores pasivos’– se asocia con un incremento del riesgo de padecer una demencia grave –o demencia ‘severa’–. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Médica de Anhui (China) y el King’s College de Londres (Reino Unido) y publicado en la revista Occupational and Environmental Medicine.
En palabras del doctor Ruoling Chen, investigador principal, «como demuestra nuestro estudio desarrollado en China, país que, con cerca de 350 millones de fumadores, es el mayor consumidor de tabaco del mundo, el tabaquismo pasivo en un factor de riesgo importante para el desarrollo de demencia grave».
Numerosos estudios han confirmado cómo el tabaquismo pasivo se asocia con un aumento del riesgo de desarrollo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias. También con distintos tipos de cáncer, principalmente de pulmón. Sin embargo, hasta el momento no se había evaluado la posible relación entre la exposición al humo de tabaco ambiental y el riesgo de demencia.
Demencia grave
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores entrevistaron a 5.921 personas mayores de 60 años de cinco provincias de China –Anhui, Cantón, Heilongjiang, Shanghái y Shanxi–. El 10,6% de los participantes había sido diagnosticado de demencia severa, mientras que un 14,7% presentaba un grado moderado de demencia.
Tras analizar los niveles de exposición al humo de tabaco, los autores observaron que el nivel de exposición, así como la duración, se asociaban con un incremento significativo del riesgo de padecer demencia severa. Un efecto que se constató tanto en las zonas rurales como urbanas.
Por todo ello, concluye Chen, «la evitación de la exposición al humo de tabaco puede reducir el riesgo de padecer un síndrome de demencia severa; por tanto, y con objeto de reducir dicho riesgo, deben promoverse campañas dirigidas a reducir el consumo de tabaco en los lugares públicos ya que, no en vano, hasta un 90% de la población mundial vive en países en los que no se ha instaurado la prohibición de fumar en lugares públicos«.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Occupational and Environmental Medicine’?
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