Según un estudio de la Universidad de Navarra realizado con mayores con elevado riesgo vascular
La dieta mediterránea contra el riesgo cardiovascular mejora la capacidad cognitiva
La dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen o frutos secos –nueces– mejora, en comparación con las dietas bajas en grasas, la capacidad cognitiva de las personas mayores en riesgo de desarrollar enfermedad vascular. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Navarra y publicado en la revista ‘Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry‘.
En palabras del doctor Miguel A. Martínez-González, investigador principal del estudio, “hasta ahora, los estudios observacionales han mostrado un efecto beneficioso sobre la función cognitiva asociado con la dieta mediterránea, pero los resultados han sido inconsistentes; sin embargo, como muestra nuestro trabajo, la dieta mediterránea, ya sea suplementada con aceite de oliva virgen o nueces, parece mejorar la cognición cuando se compara con una dieta baja en grasas”.
Mayor capacidad cognitiva
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores compararon los efectos de la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen o nueces frente a los de una dieta baja en grasas –esto es, una alimentación dirigida a prevenir la presentación de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares– en 522 hombres y mujeres que, con edades comprendidas entre los 55 y los 80 años y sin diagnóstico de enfermedad cardiovascular, presentaban distintos factores de riesgo ECV –entre otros, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, sobrepeso, tabaquismo o antecedentes familiares.
Tras 6,5 años de seguimiento y distintos controles trimestrales para verificar el cumplimiento de la dieta prescrita, los participantes fueron sometidos al ‘Test del dibujo del reloj’ y a la prueba MMSE –‘Mini-Mental State Examination’– para evaluar sus capacidades cognitivas –entre otras, la orientación, memoria, lenguaje y las funciones ejecutivas como el trabajo de memoria, la atención y el pensamiento abstracto.
Las puntuaciones medias en ambas pruebas fueron superiores en el grupo de participantes asignado a las dietas mediterráneas con aceite de oliva virgen o nueces. Resultados, además, que fueron independientes de factores como la edad, los antecedentes familiares de deterioro cognitivo o demencia, la proteína ApoE –proteína asociada a la enfermedad de Alzheimer–, el nivel educativo, el ejercicio físico, los factores de riesgo vascular, la ingesta de energía y la depresión.
Primer ensayo a largo plazo
Por ello, concluyen los autores, “nuestro trabajo, el primer ensayo a largo plazo que evalúa el impacto de la dieta mediterránea sobre la capacidad cognitiva, se aúna a las evidencias que sugieren que un patrón dietético de alta calidad parece proteger la función cognitiva en el envejecimiento del cerebro”.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta, como puntualizan los autores, “que el número de participantes era relativamente pequeño. Y asimismo, que el estudio incluyó a un grupo de alto riesgo vascular, por lo que los hallazgos no son necesariamente aplicables a toda la población general”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry’?
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