Los niños obesos padecen más problemas físicos, mentales y del desarrollo
La obesidad infantil también causa problemas de salud a corto plazo
La obesidad infantil no solo se asocia con la aparición de enfermedades y problemas médicos a largo plazo. También puede tener consecuencias inmediatas sobre la salud de los niños obesos, más proclives a padecer problemas físicos, mentales y del desarrollo. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California Los Ángeles (Estados Unidos) y publicado en la revista Academic Pediatrics.
En palabras del doctor Neal Halfon, «nuestros resultados deberían servir como una llamada de atención para los médicos, los padres y los profesores, que deben estar mejor informados sobre el riesgo de los problemas de salud asociados con la obesidad infantil».
Y es que, según refleja el estudio, y comparados frente a los niños sin sobrepeso, aquellos con obesidad tienen una mayor propensión a tener una peor salud, más discapacidad, una mayor tendencia a padecer problemas emocionales y de conducta, mayores tasas de fracaso escolar, trastorno del déficit de atención con hiperactividad (TDAH), trastorno de conducta, depresión, problemas de aprendizaje, retraso en el desarrollo, asma, alergias, cefaleas, infecciones del oído y problemas óseos, articulares y musculares.
Peor salud
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron la relación entre el peso y 21 indicadores de la salud general a partir de los datos de 43.297 niños con edades comprendidas entre los 10 y los 17 años registrados en la Encuesta Nacional de Salud Infantil de 2007. El 15% de los niños incluidos en la muestra tenía sobrepeso –índice de masa corporal (IMC) entre los percentiles 85 y 95–, mientras que un 16% eran obesos –IMC en el percentil 95 o superior.
Los resultados mostraron claramente cómo la obesidad implica un mayor riesgo –hasta 1,3 veces superior– de padecer problemas de salud –o comorbilidades de la obesidad.
Como apuntan los autores a propósito de los resultados, «el continuo cambio de las condiciones de la infancia puede acabar modificando algunas condiciones crónicas propias de la edad infantil, probablemente relacionadas con décadas de cambios apreciados en los entornos social y físico en el que los niños viven, aprenden y juegan; por ello, los esfuerzos en la prevención de la obesidad deben ir dirigidos a estas influencias sociales y ambientales». «Además, los niños deben ser evaluados y gestionados por estas comorbilidades», añade el estudio.
No en vano, concluye Halfon, «si bien la obesidad podría ser la causa de la comorbilidad, también es posible que sea la comorbilidad la que esté causando la obesidad; o incluso ambos, obesidad y comorbilidad, podrían ser la causa de un tercer factor no identificado».
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio en publicado en ‘Academic Pediatrics’?