Es el octavo tumor más prevalente en España
La secuenciación terapéutica logra supervivencias superiores a treinta meses en cáncer renal avanzado
Si hace 15 años el tratamiento de pacientes con carcinoma de células renales (CCR) avanzado, el octavo tipo tumoral en cuanto a prevalencia en España, era capaz de lograr medianas de supervivencia de 5-7 meses, en la actualidad la secuenciación terapéutica de nuevos fármacos consigue proyectar medianas de supervivencia superiores a los treinta meses, manteniendo una buena calidad de vida para el paciente.
El cáncer de riñón ha sido considerado durante años una neoplasia de baja incidencia, cuyo tratamiento quirúrgico era la única forma eficaz de controlar la evolución de los pacientes. Representa el 3% de todos los tumores, y aproximadamente tres de cada cuatro neoplasias renales serán carcinomas de células claras. Es dos veces más frecuente en hombres que en mujeres y la edad media de presentación ronda los 60 años.
Se estima, además, que es responsable de la muerte de más de 35.000 personas al año en Europa, con casi siete mil casos nuevos/año en España. El hallazgo incidental u ocasional de los tumores renales en pacientes asintomáticos ha pasado a ser la principal vía de diagnóstico, lo que contribuye a la detección de tumores renales en estadios mucho más precoces y, en definitiva, mejora el pronóstico de esta enfermedad.
El tratamiento del CCR se ha modificado en gran medida en los últimos años. Además de los constantes avances en el tratamiento local radical de los tumores renales en estadio precoz, recientemente se han difundido los resultados de los principales ensayos sobre tratamiento adyuvante con antiangiogénicos en cáncer renal no diseminado. La evaluación exhaustiva de todos ellos resulta compleja dado que existen datos diferentes de eficacia, pero la clave parece radicar en una mejor selección de los pacientes candidatos a tratamiento y de su riesgo real de recidiva.
Además, avances recientes en el conocimiento de la biología molecular del carcinoma de células renales avanzado han permitido identificar vías de señalización que juegan un papel relevante en la progresión de estos tumores.
En este sentido, se sabe que las vías de regulación de los procesos de angiogénesis están alteradas en la mayoría de los tumores renales de células claras, tanto de origen familiar como en gran parte de los casos esporádicos. En base a este conocimiento se incorporó como pilar principal de tratamiento del cáncer renal avanzado el uso de antiangiogénicos. Durante estos últimos diez años diferentes agentes con más o menos especificidad o afinidad sobre los distintos elementos de señalización de la vía de VEGF, con diferencias en cuanto a perfil de efectos secundarios, etc., han demostrado ser activos en las distintas fases de la evolución de la enfermedad.
Otra vía de control neoplásico en cáncer renal es aquella que ejerce el sistema inmune sobre la generación y progresión de los tumores. La idea de modular el sistema inmune para recuperar su correcta acción contra el cáncer renal es ya clásica. El mejor conocimiento de la sinapsis inmunológica y la generación de los nuevos anticuerpos inhibidores de inmuno-check-point han permitido de nuevo reincorporar a la inmunoterapia como una estrategia protagonista en el tratamiento del cáncer renal.
Existen otras muchas vías de señalización celular, rutas metabólicas, mecanismos de control de ciclo celular, etc., que pueden verse alteradas en cáncer renal y también representan potenciales dianas cada vez mejor exploradas en pro de una auténtica personalización del tratamiento de los pacientes. No obstante, su escasa frecuencia y la dificultad en la identificación de adecuados biomarcadores predictores de eficacia limitan su uso.
Lo habitual es que los pacientes con carcinoma renal avanzado reciban a lo largo de la evolución de su enfermedad una secuencia de distintos tratamientos que logren, manteniendo una buena calidad de vida para el paciente, prolongar al máximo su supervivencia incluso hasta medianas superiores ya a los treinta meses.