Las cajetillas genéricas de cigarrillos son, como ya mostrara un estudio publicado en julio de 2013, una medida efectiva para dejar de fumar. Un beneficio para los fumadores que se ha vuelto a demostrar en un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Sídney (Australia) y publicado en la revista The Medical Journal of Australia, en el que se observa que el empaquetado genérico de cigarrillos conlleva un incremento de hasta un 78% del número de peticiones para dejar de fumar.

En palabras de la doctora Jane Young, directora de la investigación, “desde la implementación del empaquetado genérico de tabaco se ha producido un incremento sostenido en el número de peticiones a la línea telefónica para dejar de fumar. Y este incremento no es atribuible a la publicidad antitabaco, al aumento del precio de los cigarrillos ni a otras causas identificables. Por ello, las cajetillas genéricas suponen un paso importante en el control integral del tabaco”.

Genéricas y efectivas

Australia se convirtió en enero de 2013 en el primer país del mundo en el que, por ley, los cigarrillos se venden exclusivamente en cajetillas genéricas –en color gris y verde oliva y sin ningún identificativo de la marca, lo que hace que resulten poco atractivas para los fumadores–. Una medida que la Organización Mundial de la Salud (OMS) solicitó que se tomara como ejemplo por los gobiernos de todo el mundo desde el mismo momento de su aprobación.

Y es que las cajetillas genéricas, como muestran los estudios, ayudan a dejar de fumar. Concretamente, en el nuevo trabajo se compararon las llamadas recibidas por parte de ciudadanos de distintas regiones australianas en la línea telefónica para dejar de fumar entre marzo y octubre de 2005 –antes de la adopción de la medida– y octubre de 2011 y abril de 2013 –antes y después de su implementación.

Tras descartar otras medidas antitabaco como la publicidad negativa sobre los cigarrillos o el aumento de los precios, los resultados muestran que, en tan solo un mes, la implantación de la medida supuso un incremento del 78% en el número de peticiones para dejar de fumar –de 363 llamadas semanales a 651.

Incremento sostenido

Asimismo, los resultados muestran que el número de llamadas también se incrementó, en este caso de 910 semanales a 1.635 tras cuatro meses, tras la inclusión de imágenes de advertencia en las cajetillas en el año 2006. Sin embargo, el efecto se disipó a las 20 semanas, no como en el caso de las cajetillas genéricas, donde el incremento tras 43 semanas –plazo en el que acabó el estudio– todavía era sostenido.

En definitiva, concluye la doctora Young, “nuestros resultados sugieren que la legislación tiene un impacto positivo inmediato, lo que ayudará a otros países a sentirse más seguros en caso de querer impulsar una medida similar”.