Las mujeres optimistas, es decir, que afrontan la vida con un espíritu positivo tienen un menor riesgo de morir de forma prematura por una enfermedad cardio o cerebrovascular, una patología respiratoria, una enfermedad infecciosa o un cáncer. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard en Boston (Estados Unidos) y publicado en la revista American Journal of Epidemiology.
En palabras del doctor Eric Kim, director del estudio, “la gran mayoría de los esfuerzos en medicina y salud pública están centrados en la reducción de los factores de riesgo de las enfermedades. Sin embargo, cada vez contamos con más evidencias de que la potenciación de la resiliencia psicológica puede marcar la diferencia. Y ahora, nuestros resultados sugieren que deberíamos esforzarnos en promover el optimismo, que ha demostrado asociarse con hábitos más sanos y con formas más saludables de afrontar los retos de la vida”.
Menor mortalidad
En el estudio, los investigadores evaluaron los historiales médicos de 70.021 mujeres participantes en el Estudio de Salud de las Enfermeras. Y, asimismo, analizaron los niveles de optimismo de las participantes, prestando una especial atención a aquellos factores que podrían influir en la forma en el que dicho optimismo influye sobre el riesgo de mortalidad, caso de la dieta, el ejercicio físico o las cifras de presión arterial.
Los resultados mostraron que, comparadas frente a aquellas más pesimistas, las mujeres incluidas en el cuartil de las más optimistas presentaban un riesgo un 30% menor de morir de forma prematura por alguna de las enfermedades evaluadas en el estudio. Más concretamente, las participantes más optimistas tenían un riesgo un 52% menor de fallecer por una enfermedad infecciosa; un 39% inferior de morir por un ictus; un 38% menor de fallecer por una enfermedad cardiovascular o respiratoria; y un 16% inferior de morir por un cáncer.
Como concluye el doctor Kim, “los hábitos saludables solo pueden explicar de forma parcial la asociación entre el optimismo y el menor riesgo de mortalidad prematura. Así, una posible explicación sería que un mayor optimismo impacta de forma directa sobre nuestros sistemas biológicos”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘American Journal of Epidemiology’?