Su tendencia a la distracción se relaciona con su mayor capacidad
Las personas con trastorno del espectro autista procesan información mejor que la población general
Las personas con trastornos del espectro autista (TEA) tienen mayor capacidad que la población general para procesar la información y detectar aquella definida como ‘crítica‘. Una capacidad superior que, como muestra un estudio publicado en la revista ‘Journal of Abnormal Psychology‘, se mantiene incluso en las situaciones en las que la información se presenta de forma muy rápida y que, en opinión de los autores, «podría explicar la aparente mayor presencia de personas con TEA en la industria de las tecnologías de la información».
En palabras del profesor Nilli Lavie, del Instituto de Neurociencias Cognitivas del Colegio Universitario de Londres (Reino Unido) e investigador principal del estudio, «es posible que la habilidad para concentrarse de las personas con TEA, así como su susceptibilidad para distraerse, se deban en realidad a una capacidad para procesar la información superior a la media«.
Letras y siluetas
Para llevar a cabo su estudio, los investigadores analizaron la capacidad de procesamiento de información de 16 adultos con TEA para, posteriormente, comparar los resultados con los obtenidos con 16 adultos que no padecían este tipo de trastornos.
Concretamente, la prueba empleada consistía en mostrar a los participantes un círculo de letras que, si bien por un espacio breve de tiempo, brillaba en la pantalla de un ordenador. Los participantes no sólo tenían que detectar las letras solicitadas específicamente por los investigadores, sino también una pequeña silueta gris que, ocasionalmente, aparecía fuera del círculo de letras.
Mayor cantidad de información
Todos los participantes detectaban la letra solicitada cuando el número de letras que brillaba era de una o dos. Pero según aumentaba el número de letras, los adultos sin TEA se mostraban cada vez más incapaces para atender a la solicitud de los investigadores. No sucedía así con los participantes con TEA, que además no veían alterada su capacidad de identificar también la silueta gris. En definitiva, como concluye el profesor Lavie, “las personas con TEA pueden percibir más información que cualquier adulto”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Journal of Abnormal Psychology’?