Las señales auditivas y visuales no se procesan simultáneamente en el cerebro
Los niños con TEA tienen dificultad para procesar la información visual y auditiva
Los niños con trastornos del espectro autista (TEA) tienen problemas para procesar simultáneamente la información que les llega a través de sus ojos y oídos. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Nashville (Estados Unidos) y publicado en la revista The Journal of Neuroscience.
En palabras del doctor Stephen Camarata, co-autor de la investigación, “los niños con autismo tienen dificultades para procesar la entrada simultánea por los canales de audio y visuales. Es decir, que se encuentran con problemas para integrar la información simultánea de sus ojos y sus oídos. Es como si estuvieran viendo una película extranjera que está mal doblada: las señales auditivas y visuales no coinciden en sus cerebros”.
Asimilación no simultánea
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores sometieron a estímulos visuales y auditivos a 64 niños –de los cuales 32 habían sido diagnosticados de TEA– con edades comprendidas entre los 6 y los 18 años. Concretamente, y tras ser sometidos a estímulos visuales y auditivos –caso de destellos simples acompañados de sonidos–, estímulos ambientales complejos –como un martillo golpeando un clavo– y estímulos del habla, se preguntó a los participantes si percibían que los acontecimientos visuales y auditivos sucedían al mismo tiempo.
Los resultados mostraron que los niños con TEA tenían un agrandamiento del área cerebral conocida como ‘ventana de la unión temporal’ (ACT), por lo que el cerebro presenta dificultades para asociar los acontecimientos visuales y auditivos que suceden dentro de un cierto periodo de tiempo.
Como explica el doctor Mark Wallace, director de la investigación, “una de las imágenes clásicas de los niños con autismo es que tienen sus manos sobre sus oídos. Una de las razones puede ser que estén tratando de compensar sus cambios en la función sensorial atendiendo únicamente a un sentido, lo que puede ser una estrategia para minimizar la confusión entre los sentidos”.
Alteración sensorial
En definitiva, este estudio es el primero en mostrar la relación entre las respuestas a los estímulos auditivos y sensoriales, sugiriendo que los déficits en los bloques de construcción sensoriales para el lenguaje y la comunicación pueden, en última instancia, obstaculizar las habilidades sociales y de comunicación en los niños con TEA.
Como explica el doctor Mark Wallace, director de la investigación, “hay una enorme cantidad de esfuerzo y energía volcadas en el tratamiento de niños con autismo, pero prácticamente nada de ello se basa en una sólida base empírica ligada a la función sensorial. Si podemos solucionar este déficit en la función sensorial temprana, entonces quizás podamos ver beneficios en el lenguaje y la comunicación y en las interacciones sociales”.
De hecho, y según la opinión de los autores, los resultados podrían tener aplicaciones más amplias dado que el funcionamiento sensorial también se encuentra alterado en otras entidades como la dislexia o la esquizofrenia.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘The Journal of Neuroscience’?