Estudio en ‘The Lancet’
Los virus de la hepatitis causan cada año 1,45 millones de muertes
Los virus de la hepatitis ocasionan más muertes que la tuberculosis, el VIH o la malaria. Concretamente, las infecciones por los virus de la hepatitis, sobre todo por los virus B y C –responsables de hasta un 96% de los decesos–, causan cada año el fallecimiento de 1,45 millones de personas en todo el mundo. Así lo muestran los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores del Colegio Imperial de Londres (Reino Unido) y publicado en la revista The Lancet.
Como explica el doctor Graham Cooke, director del estudio, “nuestros resultados, obtenidos a partir del análisis más exhaustivo llevado a cabo hasta la fecha sobre la carga global de las hepatitis virales, muestran que la cifra anual de decesos asociados a las infecciones por los virus de la hepatitis se eleva en la actualidad hasta los 1,45 millones. Y es que si bien el número de muertes causadas por la mayoría de las enfermedades infecciosas, caso de la tuberculosis y la malaria, ha disminuido desde el año 1990, los fallecimientos por las hepatitis virales han crecido notablemente”.
Casi 1,5 millones de muertes anuales
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los datos epidemiológicos sobre los virus de la hepatitis A, B, C y D en el Estudio Global sobre la Carga de Enfermedades.
Los resultados mostraron que los decesos ocasionados por las infecciones agudas, las cirrosis y las enfermedades hepáticas causadas por estos virus se han incrementado en un 63% en solo 23 años: 890.000 muertes en el año 1990, por 1,45 millones en 2013. Una cifra esta última que supera las asociadas al VIH/sida –responsable de 1,3 millones de decesos en 2013–, la tuberculosis –1,4 millones de fallecimientos– y la malaria –en torno a 855.000 muertes.
Asimismo, los resultados también muestran que los virus de la hepatitis B y C son responsables de hasta un 96% de todas estas muertes. Como apunta el doctor Cooke, “una razón para explicar el elevado número de muertes asociado a las hepatitis B y C es que se trata de unas cepas que causan una infección a muy largo plazo con muy pocos síntomas iniciales. En consecuencia, las infecciones pueden progresar de manera silente hasta que desencadenan daños tan serios como una cirrosis o un cáncer de hígado”.
Es más; los virus también provocan que el número de años en los que la población se ve abocadada a vivir con discapacidades asociadas a las hepatitis supere los 870.000.
En definitiva, como concluyen los autores, “ha llegado el momento de tomar medidas urgentes para atajar la crisis que suponen las infecciones por los virus de la hepatitis. Es verdad que ya contamos con tratamientos y vacunas para hacerles frente, pero también es cierto que el dinero invertido para hacérselos llegar a los pacientes es muy escaso, sobre todo cuando se comparar con la malaria, el VIH/sida o la tuberculosis”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘The Lancet’?
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