Estudio en ‘Circulation’
Niveles elevados de hormona tiroidea aumentan el riesgo de muerte súbita
Las personas con niveles de hormona tiroidea que, aun en rangos normales, se encuentran ligeramente elevados tienen un mayor riesgo de sufrir un episodio de muerte súbita. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del y Centro Médico Universitario Erasmus de Rotterdam (Países Bajos) y publicado en la revista Circulation, órgano oficial de la Asociación Americana del Corazón (AHA).
Como explica el doctor Layal Chaker, director del estudio, “aún en la actualidad no tenemos buenos métodos para predecir los episodios de muerte súbita en la población general. Por ello, la identificación de los factores de riesgo adicionales resulta de una gran importancia. Y en este contexto, nuestros hallazgos indican que los niveles de hormona tiroidea pueden resultar útiles para establecer el riesgo con objeto de prevenir estos episodios fatales”.
Mayor riesgo
El objetivo del estudio fue analizar la posible relación existente entre la hormona que regula la producción de hormonas tiroideas –tirotropina– y la hormona presente en la sangre y no unida a proteínas –tiroxina libre– con la muerte súbita. Y para ello, los autores analizaron los historiales médicos de 10.318 pacientes que, con un promedio de edad de 65 años, tomaban parte en el ‘Estudio de Rotterdam’ para la investigación a largo plazo de distintas enfermedades crónicas, caso de las cardiovasculares, en la mediana y la tercera edad. En total, el número de participantes que había fallecido por un episodio de muerte súbita ascendió a 261.
De acuerdo con los resultados, los pacientes cuyos niveles de tiroxina libre se encontraban en la parte alta del rango considerado normal presentaban, frente a aquellos con niveles en la parte baja, un riesgo 4 veces superior –un 4% frente a un 1%– de sufrir un episodio de muerte súbita a los 10 años y un riesgo 2,5 veces mayor de fallecer a causa del mismo.
Como concluye el doctor Chaker, “una proporción considerable de pacientes que reciben terapia hormonal sustitutiva con hormona tiroidea se encuentran sobretratados y, en consecuencia, tienen unos niveles plasmáticos elevados de esta hormona. Y es que, por lo general, esta terapia sustitutiva tiene por objetivo alcanzar los niveles elevados dentro del rango normal de la hormona, lo que conlleva un riesgo de sobretratamiento. Y a este respecto, nuestros resultados sugieren que esta terapia hormonal sustitutiva debe llevarse a cabo con más precaución”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Circulation’?
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