Jose Miguel Gonzalez Aguilera

Tomar un único yogur al día es suficiente para reducir el riesgo de desarrollar sobrepeso u obesidad. Un beneficio, además, que resulta incluso más significativo en las personas con un elevado consumo de frutas. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Navarra y publicado en la revista Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases.

En palabras del doctor Miguel Ángel Martínez-González, director de la investigación, “el consumo de yogur se encuentra inversamente asociado con la incidencia de sobrepeso/obesidad, especialmente entre las personas con un alto consumo de frutas. Concretamente, el consumo de al menos un yogur diario se asocia con una reducción de más del 20% del riesgo futuro de desarrollar sobrepeso u obesidad”.

Un aspecto muy a tener en cuenta, dado que como alerta el doctor Martínez-González, “en el año 2006 se produjeron en España más de 25.000 muertes atribuibles al exceso de peso, por lo que la obesidad se ha convertido en una verdadera epidemia en el siglo XXI”.

Menor riesgo de obesidad

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores evaluaron durante un promedio de 6,6 años los hábitos relativos al consumo de yogur de un total de 8.516 adultos sin sobrepeso. Concluido el período de seguimiento, 1.860 de los participantes presentaban exceso de peso –sobrepeso y obesidad.

Los participantes fueron divididos en cinco grupos en función de su consumo semanal de yogur –tanto enteros como desnatados–: menos de dos; entre dos y cinco; entre cinco y siete; siete; y más de siete yogures a la semana.

Los resultados mostraron que, con independencia de otras variables relacionadas con la obesidad, los participantes incluidos en el grupo de mayor consumo de yogur –siete o más unidades semanales– presentaban el menor riesgo de desarrollar sobrepeso u obesidad. De hecho, el riesgo resultó hasta un 20% inferior cuando se comparaba con el del grupo de participantes que tomaban menos de dos yogures semanales.

La razón para este beneficio podría explicarse por el contenido en calcio presente en los yogures. Y es que otros estudios previos ya habían sugerido la existencia de una relación entre el calcio y el metabolismo de las grasas, por lo que un incremento en la ingesta de productos lácteos y, por ende, de calcio, podría conllevar un aumento en la oxidación de las grasas.

– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases’?