Según un estudio, el tratamiento debe iniciarse en los primeros 12 meses tras la infección
Tratar precozmente el VIH ayuda a preservar el sistema inmune
El tiempo que transcurre entre la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el inicio de la terapia antirretroviral resulta clave en la preservación del sistema inmunológico del paciente. De hecho, y con objeto de que el afectado recupere unos niveles normalizados de linfocitos CD4+, debe requerirse que el comienzo del tratamiento no se demore más de un año desde la infección por el virus. Así lo muestra un estudio internacional dirigido por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio (Estados Unidos) y publicado en la revista JAMA Internal Medicine.
En palabras del doctor Sunil K. Ahuja, director de la investigación, “el retraso de la terapia antirretroviral más allá de los 12 meses desde la infección disminuye la probabilidad de que recuperación de la salud inmunológica en pacientes con VIH”.
Recuperación del sistema inmune
A día de hoy, el inicio del tratamiento en muchos países se establece en función de los niveles de linfocitos CD4+ –el recuento promedio en una persona sin la infección se establece en, cuando menos, 900 unidades/µL–. Sin embargo, y a juicio de los investigadores del estudio, el tiempo transcurrido desde la infección constituye un factor que también debe ser considerado.
Por ello, los autores analizaron los datos de más de 5.000 pacientes con VIH incluidos en el US Military HIV Natural History Study, estudio observacional en el que se encuentra registrada la fecha de seroconversión (EDS) –esto es, la fecha más probable de infección– de los participantes que alcanzaron la supresión virológica con el tratamiento antirretroviral.
Los resultados mostraron que en un total de 1.119 participantes, la tasa de normalización de los niveles de linfocitos CD4+ fue superior en aquellos que iniciaron el tratamiento en los 12 meses posteriores a la EDS –un 38,4%, por un 28,3% en aquellos que comenzaron el tratamiento cuanto había transcurrido más de un año.
Asimismo, entre los individuos con niveles de linfocitos CD4+ de 500 o más unidades/µL, la probabilidad de normalización fue un 80% inferior en aquellos que iniciaron el tratamiento después de 12 meses desde la EDS.
Es más; como concluyen los autores, “el inicio de la terapia antirretroviral en los primeros 12 meses desde el EDS se asocia, en comparación con un comienzo más tardío, con un riesgo menor y estadísticamente significativo de sida”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘JAMA Internal Medicine’?
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