Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) ha desarrollado una prueba clínica que permite diagnosticar el linfedema con una precisión del 87%. Concretamente, la prueba, validada científicamente a través de un estudio publicado en la revista PLoS ONE, mide los niveles de seis proteínas específicas –biomarcadores– asociadas con las características biológicas del linfedema crónico.
En palabras del doctor Stanley Rockson, investigador principal del estudio, «la prueba permite distinguir entre los pacientes con linfedema y los sujetos sanos con una precisión cercana al 90%, una tasa suficientemente buena para que sea utilizada como herramienta de diagnóstico clínico y un gran avance sobre los actuales métodos de detección».
Linfedema
El linfedema es una afección inflamatoria causada por la obstrucción de los vasos linfáticos. En ocasiones cursa con dolor, y suele originarse como un efecto secundario de la radioterapia contra el cáncer. Como recuerda el doctor Rockson, «hasta uno de cada cuatro supervivientes al cáncer de mama acaba desarrollando linfedema».
En la actualidad, el método diagnóstico utilizado es la exploración física, que suele llevarse a cabo una vez se presenta el síntoma principal de la enfermedad: hinchazón de uno o más miembros.
El problema, en consecuencia, no es solo la falta de fiabilidad de la exploración, sino que «cuando se detecta el síntoma principal, la enfermedad puede haber llegado a un punto en que resulta muy difícil, cuando no imposible, de revertir, al menos con los tratamientos con los que contamos hoy en día; y es que los acontecimientos biológicos que sustentan esta condición pueden estar presentes cinco o más años antes de que los síntomas se vuelvan evidentes», recuerda Rockson.
Avance significativo
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron muestras de piel de 63 pacientes con linfedema y 27 sujetos sanos y utilizaron distintas técnicas moleculares con objeto de identificar las proteínas sobreexpresadas en la enfermedad.
Los resultados permitieron identificar seis proteínas específicas que, bien conocidas, se asocian con alguna de las características biológicas del linfedema crónico: acumulación de depósitos fibrosos, estimulación de la formación de células grasas, inflamación de los vasos linfáticos y reparación.
El análisis individual de los niveles de cada proteína no ofreció un valor predictivo concluyente. Pero el análisis conjunto de las seis proteínas permitió distinguir a los pacientes con linfedema de los sujetos sanos con una precisión del 87%. Además, la validez de los seis biomarcadores fue posteriormente constatada con un nuevo estudio con 36 adultos con linfedema y 15 participantes sanos.
Es más; dado que los niveles de las proteínas comienzan a aumentar ya en las primeras fases de la enfermedad, la prueba puede resultar muy valiosa a la hora de determinar el riesgo de aparición del linfedema. Al menos, mucho antes de que se presenten los síntomas. En definitiva, concluye Rockson, «se trata de un avance muy significativo«.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista PLoS ONE?
– A día de hoy, la Asociación de Afectados por Linfedema Primario y Secundario (ADELPRISE), asociación de pacientes dedicada al linfedema, ya es miembro activo de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?