Hace diez años, desde el Ayuntamiento de París se ponía en marcha el programa Fast-Track Cities, una red de trabajo de municipios de todo el mundo que comparten una hoja de ruta para la eliminación del sida como problema de salud pública antes de que acabe 2030. España es uno de sus países líder, ya que dentro de nuestras fronteras hay 194 de los 500 municipios que se han sumado ya al proyecto a nivel global. Casi 200 ayuntamientos que han colaborado en la redacción de distintos documentos de apoyo, como la guía práctica de cómo debe ser una ciudad Fast-Track.

Este texto ha sido presentado recientemente en el Ministerio de Sanidad en una jornada en la que han participado asociaciones representantes del colectivo como Cesida y responsables de algunas de las ciudades implicadas, como Murcia, Jerez (Cádiz), Avilés (Asturias), Alcorcón (Madrid) y Sevilla. Esta última es una de las más activas, promotora de la Declaración de Sevilla en 2022 que actualiza los retos marcados por París en el inicio del programa.

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La guía ha sido diseñada por el Ministerio de Sanidad y por la organización Apoyo Positivo, y marca los objetivos planteados desde Onusida de cara a 2030, que se resumen en lo que se ha llamado 95-95-95: que el 95% de las personas portadoras del VIH conozcan su estado serológico; que el 95% de las que están diagnosticadas sigan un tratamiento adecuado; y que de ellas, el 95% consiga suprimir la carga viral, y así disminuir la morbilidad asociada y reducir el riesgo de transmisión. A todo ello se añade un cuarto 95% vinculado a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas, que incluye reducir a cero el estigma y la discriminación asociada al VIH.

Cooperación internacional

La iniciativa Fast-Track Cities tiene cuatro socios principales: la Asociación Internacional de Proveedores de Atención al SIDA (IAPAC); el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (Onusida); las Naciones Unidas Programa de Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat); y el Ayuntamiento de París, como impulsor del proyecto en 2014, con la firma de la Declaración de París.

Desde su nacimiento, más de 500 ciudades de todas las regiones del mundo se han sumado a la iniciativa, con el fin no sólo de acelerar la respuesta frente al VIH sino también frente a hepatitis víricas, tuberculosis y otras infecciones de transmisión sexual. Las ciudades que se adhieren a ella adquieren el compromiso, desde sus ayuntamientos, de fomentar grupos de trabajo y desarrollar estrategias locales, posteriormente evaluadas, que busquen cumplir con los objetivos marcados.

El ejemplo de Avilés

Como ejemplo, encontramos la Semana Europea de la Prueba que acaba de celebrarse por primera vez en Avilés. Se trata de una acción promovida por Fast-Track Cities y EuroTest con el fin de proporcionar información veraz sobre la prevención y transmisión de estas enfermedades. Para ello, en estos días se ha instalado una unidad móvil del Comité Ciudadano Antisida del Principado de Asturias en la plaza de España de Avilés donde se han realizado pruebas rápidas orales de VIH a las personas que lo han solicitado.

Como explicó durante la jornada Ana María Suárez Guerra, portavoz de la delegación avilesina, también se han llevado a cabo mesas redondas y conferencias con especialistas de la región en el Centro de Servicios Universitarios y en la Escuela Superior de Arte del Principado de Asturias para informar entre un público joven y sexualmente activo sobre las mejores fórmulas de prevención de ITS y de mejorar la salud sexual.

Avilés es el único municipio de Asturias y uno de los cinco del norte de España adherido a Fast-Track Cities, y desde su Ayuntamiento se está trabajando en mejorar la calidad de vida, cobertura sanitaria, concienciación real y cero estigma frente al VIH y otras ITS. Por todo ello es una de las ciudades en las que se ha realizado el pilotaje de la Guía de implementación Fast-Track.