En el día a día, los pacientes y sus familiares y cuidadores juegan un papel fundamental en la detección y prevención de los errores de medicación, pero hay un aspecto que a menudo se pasa por alto: la revisión periódica del botiquín doméstico. Mantener en orden los medicamentos que se tienen en casa no solo garantiza un uso más seguro de los mismos, sino que también es una responsabilidad clave para evitar riesgos asociados a la automedicación incontrolada o a la toma de medicamentos caducados.
Realizar una revisión periódica del botiquín es clave para nuestra salud y la de que quienes nos rodean, y es aquí donde entra en juego una herramienta clave para la sostenibilidad y el cuidado de nuestro entorno: SIGRE, la entidad sin ánimo de lucro encargada de garantizar la correcta gestión medioambiental de los envases y restos de medicamentos que se generan en los hogares.
Puesta en marcha en 2001 por iniciativa de la industria farmacéutica, en colaboración con la distribución y la farmacia, se ha consolidado como la mayor alianza medioambiental del sector de la salud en España para avanzar hacia una economía circular.
A través de los más de 22.100 Puntos SIGRE ubicados en las oficinas de farmacia de toda España, el sector farmacéutico pone a disposición de toda la sociedad un sistema cómodo y seguro que facilita la correcta gestión de los residuos de medicamentos y sus envases, evitando que terminen en la basura común o en el desagüe, lo cual podría afectar negativamente tanto a la salud pública como al medio ambiente.
Para realizar una correcta revisión del botiquín doméstico es vital que los pacientes o sus cuidadores sigan diferentes recomendaciones:
- Se deben retirar los medicamentos caducados o en mal estado de conservación, y también aquellos que no se vayan a necesitar en el futuro. Una vez retirados, se deben llevar, junto con sus envases, al Punto SIGRE de la farmacia para que reciban un correcto tratamiento medioambiental.
- Cuando se finaliza un medicamento y quedan en el botiquín los envases vacíos (frascos, blísteres, aerosoles, ampollas, etc.) y las cajas de cartón y los prospectos, hay que llevarlos también al Punto SIGRE. Esto es muy importante porque los envases pueden contener aún restos del fármaco.
- No se deben almacenar en el botiquín dosis sobrantes de tratamientos prescritos por el profesional sanitario. Si al finalizar el tratamiento han sobrado algunas dosis, también hay que llevarlas al Punto SIGRE de la farmacia.
- En caso de duda, se debe consultar al farmacéutico, quien nos asesorará adecuadamente sobre cómo debe realizarse una buena gestión del botiquín doméstico.
Un botiquín en óptimas condiciones es garantía de seguridad para los pacientes, y mediante la correcta eliminación de los residuos contribuimos también a un entorno más saludable y seguro para todos.