Vacunación y citología: clave para prevenir el cáncer de cuello de útero
El cáncer de cuello de útero es uno de los más frecuentes en mujeres a nivel mundial, con más de 500.000 nuevos casos al año. En España es un tumor poco frecuente, con una estimación de algo más de 2.200 casos nuevos para este año, y unas 650 pacientes fallecidas en el año 2022. Así lo refrentan los últimos datos ofrecidos por la Sociedad Española de Oncología Médica en su informe anual ‘Las cifras del cáncer en España’. Prevenirlo es posible. De hecho, se trata de un tumor en la mayoría de casos evitable y con posibilidad de diagnóstico precoz. Para ello, es clave la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) y la realización de citologías.
La vacunación contra el VPH se considera actualmente la estrategia más eficaz para reducir significativamente el riesgo del cáncer de cuello de útero, más aún cuando la infección crónica del VPH es la causa fundamental en más del 99% de los casos de cáncer de cérvix.
Junto con la vacunación frente al VPH, el cribado de cáncer de cérvix es una estrategia de prevención efectiva y eficiente para prevenir el desarrollo del tumor. La citología cervical mediante técnica de Papanicolaou tiene una baja sensibilidad para el diagnóstico de lesiones de alto grado, pero compensa con una alta especificidad. La combinación de la detección molecular del VPH y la citología alcanza una sensibilidad para detectar estas lesiones de hasta el 96%.
Así, también es importantísimo que las mujeres realicen sus revisiones periódicas con regularidad. Con ello se puede diagnosticar y localizar el tumor y sus lesiones precursoras en estadios iniciales. Los principales síntomas o signos del cáncer de cérvix son manchas de sangre o sangrado leve entre o después de la menstruación, sangrado menstrual más largo y abundante de lo normal, sangrado después de mantener relaciones sexuales o durante el examen pélvico en la consulta del ginecólogo, y aumento de la secreción vaginal. Ante estos síntomas, se debe acudir al ginecólogo lo antes posible. Así lo recomienda la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Desde la SEGO también se insiste en la importancia de evitar otros factores de riesgo a nivel general que pueden provocar cualquier cáncer. Es el caso de los vinculados a un estilo de vida poco saludable: el tabaquismo y el consumo de alcohol. Recomiendan adoptar hábitos saludables como realizar ejercicio físico de forma regular y llevar una alimentación equilibrada.
Avances en el diagnóstico del cáncer de cuello de útero
La sociedad científica recuerda que, en las últimas décadas, el conocimiento de la historia natural de este tumor y el desarrollo de estrategias de prevención mediante la inclusión de la vacunación frente al VPH en el calendario vacunal, y el cribado y diagnóstico precoz mediante citología y detección molecular de ADN del VPH han permitido frenar y curar la enfermedad cuando su diagnóstico y tratamiento se realiza de forma precoz y en los estadios tempranos de la enfermedad.
Estos avances, unidos a los tratamientos quirúrgicos y oncológicos, se han traducido en los últimos años en un descenso de más del 70% en la mortalidad por cáncer de cérvix en nuestro entorno. De hecho, la tasa de supervivencia del cáncer de cérvix se sitúa entre las más altas en los tumores que afectan a las mujeres en España, con un ligero ascenso en los últimos años, situándose en torno al 65%.
El cáncer de cérvix es un tumor que se diagnostica en su mayoría en mujeres jóvenes con edades entre los 35 y los 50 años y cuya causa principal es la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH), que se transmite por contacto sexual. Otros factores de riesgo para desarrollar la enfermedad son el tabaquismo, la inmunosupresión (pacientes afectadas por virus del VIH o que requieren tratamientos inmunosupresores), la coinfección por otras enfermedades de transmisión sexual (ITS), y el consumo de anticonceptivos orales durante largo tiempo.