La edad mínima para comprar tabaco en Nueva York ha pasado de los 18 a los 21 años. O así será en un máximo de seis meses, plazo establecido para la entrada en vigor de la nueva ley aprobada la pasada semana por el ayuntamiento de la ciudad.

En palabras de Christine Quinn, portavoz del consistorio, “el aumento de la edad para comprar cigarrillos podría evitar que la gente se convierta en adictos. Esta es una normativa que, literalmente, salvará vidas”.

Un paquete de cigarrillos, 7,74 euros

Desde la llegada a la alcaldía de Michael Bloomberg, la tasa de tabaquismo entre los jóvenes neoyorquinos se ha reducido en más de un 50% –de un 17,6% en 2001, año de inicio del mandato, a un 8,5% en 2007–. Y desde entonces no se han producido cambios sustanciales, razón por la que se han buscado nuevas fórmulas, como esta nueva legislación “con la que esperamos que se ayude a seguir mejorando los resultados”, explica Quinn.

Es más; la nueva legislación también contempla otras medidas para desincentivar el inicio en el tabaquismo –o para promover su abandono–. Y es que, además, el Ayuntamiento también ha prohibido los descuentos para los productos del tabaco y ha establecido el precio mínimo de las cajetillas de cigarrillos en 10,50 dólares estadounidenses –unos 7,74 euros.

Sin embargo, la propuesta por la cual los productos del tabaco debían mantenerse en los comercios fuera de la vista de los compradores ha sido finalmente desestimada por el propio ayuntamiento –lo que muchos han interpretado como una vía para sacar adelante el resto de medidas ante la incesante la presión de la industria tabacalera.