Pedro Sánchez exhorta al resto de regiones a incorporarse al sistema de rastreo digital
Siete comunidades activan en pruebas la aplicación RadarCOVID
La aplicación RadarCOVID ya está activa en fase de pruebas en siete comunidades autónomas. Una vez completado el proceso de integración técnica entre la ‘app’ y sus sistemas sanitarios, Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León y Extremadura son las primeras regiones en tener plenamente operativo el desarrollo.
Al término de la reunión del Consejo de Ministros celebrada este martes, 25 de agosto, que ha analizado un informe del Ministerio de Sanidad sobre la situación de la pandemia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido para lanzar un mensaje de alerta «porque la evolución es preocupante, especialmente en algunas zonas», pero también de serenidad, «porque estamos lejos de la situación de marzo, y no debe producirse un miedo que nos paralice y nos impida actuar». Además ha exhortado a todas las comunidades a que se incorporen al sistema de rastreo digital, y también ha animado a la ciudadanía a descargarse la aplicación. Según las estimaciones que maneja el Gobierno, una implantación por encima del 20% de la población podría reducir el impacto de la pandemia en un 30%.
El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del pasado 19 de agosto aprobó un acuerdo para que las comunidades que vayan terminando este proceso de adaptación puedan comenzar a operar en pruebas. Se trata de un acuerdo temporal que permite acelerar la implantación del desarrollo, y que deberá ser ratificado a través de convenios bilaterales entre las administraciones de cada región y el Ministerio de Sanidad.
Se trata del primer paso en el plan de implantación nacional de la aplicación, que a día de hoy ya cuenta con unos dos millones de descargas en sus versiones para los sistemas operativos Android e iOS.
Las demás comunidades han manifestado su interés en adoptar la herramienta y están llevando a cabo el trabajo técnico necesario para integrarla con sus sistemas sanitarios para poder ponerla en marcha a lo largo de las próximas semanas. Sanidad espera que su despliegue nacional pueda estar concluido a mediados de septiembre.
El desarrollo de la aplicación de alerta de contactos fue aprobado por el Consejo de Ministros el 23 de junio. Seis días después se lanzó un piloto en la isla canaria de La Gomera para probar la efectividad de la herramienta en la detección de contagios en contactos estrechos ante una situación de rebrote ficticio con positivos figurados.
La ‘app’ ha sido desarrollada siguiendo los estándares técnicos más garantistas con la privacidad de los usuarios en cumplimiento de todas las recomendaciones elaboradas por la Comisión Europea. Así, ningún usuario puede ser identificado o localizado porque no hay dato alguno registrado y porque todo el proceso se desarrolla en su teléfono sin salir hacia ningún servidor. Además, tanto su uso como la comunicación de un posible contagio serán siempre voluntarios.
La aplicación utiliza la conexión bluetooth del terminal, a través de la cual los móviles emiten y observan identificadores anónimos de otros teléfonos que cambian periódicamente. Cuando dos terminales han estado próximos durante 15 minutos o más a dos metros o menos de distancia ambos guardan el identificador anónimo emitido por el otro.
Si algún usuario fuera diagnosticado positivo de COVID-19 tras realizarse un test PCR, decidiría si dar su consentimiento para que, a través del sistema de salud, se pueda enviar una notificación anónima. De esta forma, los móviles que hubieran estado en contacto con el paciente recibirían un aviso sobre el riesgo de posible contagio y se facilitarían instrucciones sobre cómo proceder. Al no solicitarse datos de ningún tipo es imposible identificar o localizar de forma alguna a ningún usuario.
Actualmente, la Comisión Europea está desarrollando el marco legal y técnico que haga posible la interoperabilidad entre aplicaciones basadas en el modelo descentralizado, como es el caso de RadarCOVID, para que puedan seguir funcionando más allá de las fronteras de cada Estado. El Gobierno español siempre ha defendido un modelo interoperable para ampliar el alcance de este tipo de herramientas.