Por cada euro que las administraciones públicas invierten en asistencia personal en salud mental se obtiene un retorno de 3,56 euros en concepto de valor socioeconómico. Así sucede, cuando menos, en Castilla y León, tal y como muestra el ‘Estudio a través de la metodología Retorno Social de la Inversión (SROI) del Servicio de Asistencia Personal’, desarrollado por la Federación Salud Mental Castilla y León (Salud Mental CyL) para evaluar la ‘rentabilidad’ social y económica que aporta este tipo de servicios al conjunto de la sociedad.

Como explica Raquel Alario, técnica del Área de Programas de la Federación y coordinadora del estudio, “el resultado estadístico ha venido a reforzar la idea que defendemos desde el movimiento asociativo, y es que la asistencia personal es un recurso absolutamente necesario y rentable”.

Es más; el mayor retorno de la inversión repercute en el paciente beneficiario del servicio, para quien este tipo de apoyo es fundamental a la hora de alcanzar mayor autonomía e independencia y poder hacer real un proyecto de vida.

Beneficios múltiples

El Servicio de Asistencia Personal (SAP) se ha convertido en uno de los recursos con mayor proyección dentro de las líneas de actuación del movimiento asociativo de Salud Mental CyL. De hecho, la cifra de beneficiarios del SAP ofrecido el pasado año por las 11 asociaciones que conforman la Federación se elevó a 634 –307 mujeres y 336 varones–, localizándose el 36,86% de las intervenciones en el medio rural –un 7% más que en 2020.

En este contexto, y desde un punto de vista social, el estudio determina como beneficios directos para las personas con problemas de salud mental la mejora de sus competencias y habilidades, la optimización de la gestión de tiempos, el incremento de su autonomía y de la toma de decisiones, un claro progreso en las relaciones familiares y el reconocimiento de derechos sociales. Además, el retorno económico de la inversión para los pacientes alcanza el 50,99% del total.

Por su parte, los resultados revelan que la Administración General del Estado consigue el 28,18% del retorno económico. Un retorno que deriva de los ingresos directos a través de las cotizaciones de la seguridad social, del IRPF de las contrataciones, y del ahorro de las prestaciones económicas por desempleo.

De hecho, el SAP se perfila como un nicho de empleo real, especialmente destacable entre el colectivo de las personas con discapacidad. Y es que, como indica Raquel Alario, “desde nuestro movimiento asociativo apostamos por el modelo de apoyo de pares, que consiste en formar y contratar a personas con experiencia propia en salud mental para que ejerzan como asistentes personales de otras personas en situación de dependencia”. Así, y del total de 174 contrataciones realizadas el pasado año para asistencia personal por las asociaciones de la Federación, 12 fueron de personas con una discapacidad.

Finalmente, el estudio suma también como beneficiarios de este retorno socioeconómico al entorno familiar, en el que además de una mejoría en la optimización de su tiempo se logra una clara mejora de la calidad de vida.

Para consultar los resultados del estudio pincha aquí.

– A día de hoy, 331 asociaciones de pacientes dedicadas a los trastornos mentales ya son miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?