Exigen a su Gobierno medidas similares a las puestas en marcha contra el tabaco
Campaña radical de médicos británicos contra la obesidad
La Academia de Colegios Reales de Médicos de Reino Unido (AoMRC), organismo que representa a los cerca de 200.000 facultativos británicos de todas las especialidades, ha puesto en marcha una agresiva campaña con objeto de reducir el impacto de la obesidad en el país. Así, y entre otras medidas, reclama al Gobierno británico no sólo que prohíba explícitamente la participación de famosos –caso de los personajes de animación– en la publicidad de comidas y bebidas poco saludables dirigida a la población infantil, sino que incluso elimine los establecimientos de la denominada ‘comida basura’ cerca de los centros escolares.
De acuerdo con las estimaciones de la AoMRC, el 24% de las mujeres de Reino Unido, así como el 22% de los varones, padecen obesidad. Y de acuerdo con las tendencias observadas en los estudios –caso de un crecimiento del 40% de la tasa de obesidad de los niños menores de 11 años en la última década–, no sólo el 48% de los hombres y el 43% de las mujeres serán obesos en 2030, sino que el 50% de la población infantil presentará obesidad o sobrepeso ya para 2020.
La situación, según alerta la AoMRC, «implicará un aumento importante de enfermedades y, por tanto, un mayor gasto para el Sistema Nacional de Salud (NHS)», pudiendo alcanzar los 12.000 millones de euros anuales para el año 2050. Y como explica su portavoz, el profesor Terence Stephenson, «se trata de un gran problema para el Reino Unido, mucho más grande de los que fue el VIH o la gripe A».
El ejemplo, el tabaco
Además de quejarse de la escasa promoción de la práctica de ejercicio físico, la AoMRC critica que el Gobierno británico delegue la responsabilidad de informar sobre las calorías, azúcar, sal y grasa de los productos en la industria alimentaria. Así reclama la imposición de medidas más contundentes para acabar con la publicidad de las grandes compañías de alimentación, que califica de «irresponsable«.
El ejemplo de campañas de concienciación eficaces, según apunta la AoMRC, es el de la lucha contra el tabaco. Como concluye Stephenson, «al igual que ha pasado con el hábito de fumar, la solución radica en el entorno, cambiando la forma de exponer a la gente a la comercialización, la publicidad o las presiones para comprar ese tipo de alimentos».