10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental
La pandemia hace que crezcan un 47% los problemas de salud mental en menores
Bajo el lema ‘Dale un like a la salud mental. Por el derecho a crecer en bienestar’, hoy lunes, 10 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una efeméride impulsada desde el año 1992 por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH) con los auspicios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para informar y concienciar a la sociedad sobre los trastornos mentales y sobre la realidad y necesidades de los pacientes y sus familiares.
El tema elegido para esta edición es ‘Hacer de la salud mental y del bienestar para todos una prioridad global’, con el que la WFMH quiere incidir en la necesidad del trabajo conjunto de todos los agentes sociales para implementar medidas universales para la prevención de los problemas de salud mental y para mejorar el bienestar de la población.
Como alerta el profesor Gabriel Ivbijaro, secretario general de la WFMH, “nuestro planeta sigue tambaleándose por los efectos de la pandemia de la COVID-19, las guerras, los desplazamientos y la emergencia climática, con consecuencias muy importantes para el bienestar de la población de todo el mundo. La tasa de personas que experimentan ideas suicidas está aumentando en todas partes y las personas con trastornos mentales y sus familias, así como el resto de la población, nos siguen diciendo que su salud mental y su bienestar no siempre están en los primeros lugares de las agendas de sus gobiernos. Además, el estigma y la discriminación continúan siendo una barrera para la inclusión social y una atención adecuada”.
Mayor implicación e inversión
De acuerdo con las estimaciones de la OMS, uno de cada cuatro habitantes del planeta, o lo que es lo mismo, cerca de 1.700 millones de personas, padecerá un trastorno mental a lo largo de su vida. De hecho se estimaba que en el año 2019, previamente a la irrupción de la pandemia, una de cada ocho personas ya estaba afectada por un problema de salud mental. Un colectivo que, junto a sus allegados, sigue siendo víctima de un estigma y de una discriminación que no solo afectan a su salud física y mental, sino también a sus oportunidades educativas y laborales y, por ende, a su plena integración en la sociedad.
Todo ello en un contexto marcado, aún a día de hoy, por la pandemia, que como alerta la Organización “ha creado una crisis global para la salud mental, alimentando el estrés tanto a corto como a largo plazo y socavando la salud mental de millones de personas. Se estima que la incidencia de trastornos de ansiedad y depresión creció un 25% solo durante el primer año de la COVID-19. Y, al mismo tiempo, los servicios de atención de salud mental se han visto gravemente interrumpidos y la brecha en el tratamiento se ha ensanchado”.
Y a ello se suma el aumento de las inequidades sociales y económicas, los conflictos prolongados, la violencia y las emergencias de salud pública que afectan a poblaciones enteras. En consecuencia, “debemos profundizar –explica la OMS– en el valor que damos a la salud mental como individuos y comunidades, y reforzarlo con mayor compromiso, implicación e inversión desde todos los sectores de la sociedad. Debemos fortalecer la atención y el cuidado de la salud mental para que todas las necesidades en este ámbito se vean satisfechas a través de servicios y apoyos accesibles, asequibles y de calidad”.
En definitiva, es necesario, como reza el lema de la efeméride, ‘Hacer de la salud mental y del bienestar para todos una prioridad global’. Y para ello la OMS ha publicado el ‘Informe mundial sobre salud mental: transformar la salud mental para todos’, su examen más completo sobre este problema de salud y en el que, además de ofrecerse un plan para transformar la salud mental, se exhorta al conjunto de la sociedad a comprometerse y adoptar medidas para cambiar actitudes, actuaciones y planteamientos en relación con sus determinantes y los cuidados asociados.
Como concluye el profesor Ivbijaro, “el tema de este Día Mundial nos brinda una oportunidad para reavivar nuestros esfuerzos para hacer del mundo un lugar mejor. Nos encontramos en una encrucijada, y es imperativo tomar el camino correcto”.
Para más información (en inglés) sobre el Día Mundial de la Salud Mental 2022 pincha aquí.
Dale un ‘like’ a la salud mental
En nuestro país, la efeméride se celebra también bajo el lema ‘Dale un like a la salud mental. Por el derecho a crecer en bienestar’, mensaje elegido por los usuarios de la página web de la Confederación SALUD MENTAL España, miembro de Somos Pacientes, y centrado en la salud mental en la infancia, adolescencia y juventud.
No en vano, recuerda la organización, “la salud mental infantojuvenil es una de las principales asignaturas pendientes de la sanidad española que es urgente mejorar. Según la OMS, una de cada siete personas jóvenes de 10 a 19 años tiene algún problema de salud mental, y la pandemia ha agravado esta situación, provocando un aumento de hasta el 47% en los trastornos mentales en menores”.
Por ello, y con motivo de su jornada de conmemoración por el Día Mundial celebrado en Madrid, la Confederación ha incidido en la necesidad urgente de prestar atención a las personas más jóvenes. Y es que cualquier acontecimiento durante las primeras etapas puede marcar una vida para siempre, tanto en positivo como en negativo.
En palabras de la Reina Letizia, presidenta de la jornada, “la precariedad en la salud mental se ha hecho más visible después de la pandemia, pero que sea más visible no significa que deba despojarse de su gravedad o se frivolice. Y en el caso de la juventud, la falta de empleo y de expectativas, la vulnerabilidad social y la pobreza son también causas asociadas al riesgo de padecer un trastorno mental”.
En este contexto, alerta Nel González Zapico, presidente de SALUD MENTAL España, “el progreso y el actual sistema de vida de las sociedades occidentales están pasando factura emocional y psicológica a toda la sociedad, pero especialmente a niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Un sistema competitivo en el que lo común y la comunidad han dejado de tener importancia, donde prima el individualismo, el éxito se mide en términos económicos y los momentos de felicidad se buscan en el consumo y en lo material. Hemos admitido un modelo de vida que provoca demasiada incertidumbre, ansiedad y desesperanza en las generaciones venideras, a las que tampoco estamos sabiendo enseñar a gestionar esos sentimientos”.
Por ello, y como recoge el Manifiesto del Día Mundial de la Salud Mental 2022, elaborado por el Comité Pro Salud Mental en Primera Persona y la Red Estatal de Mujeres de la Confederación, “tenemos que transformar los síntomas de la tristeza, del cansancio, de la apatía o de la ansiedad, en emociones como la esperanza o la ilusión. Y para que la vida sea, ante todo, un lugar para vivir”.
Así, para lograr esta transformación, debe lograrse una mayor coordinación entre los ámbitos sanitario y educativo, poner en marcha una asignatura de educación emocional, formar a docentes, sensibilizar a la población juvenil sobre salud mental, y ofrecer más espacios de diálogo y reflexión en los que este sector de la población no sienta temor o culpa a la hora de exteriorizar sus sentimientos más íntimos. Y para ello, los poderes públicos, así como la sociedad en general, debe hacer, como incide el Manifiesto, “una lectura sincera y exigente de los derechos humanos y de los valores que los sustentan, como son la igualdad de oportunidades y la no discriminación”.
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