III Barómetro EsCrónicos
Cuando la suma de uno más uno es bastante más que dos
Treinta organizaciones de pacientes que representan a 1.500 asociaciones, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, hemos trabajado en la tercera edición del Barómetro EsCrónicos, cuyo ambicioso objetivo es medir la percepción que sobre la calidad de la atención sanitaria tienen los pacientes crónicos, al tiempo que valorar nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) y, en su caso, manifestar sus posibles carencias, planteando a las administraciones sanitarias propuestas de mejora concretas.
De los resultados de esta tercera edición me permito destacar varios aspectos clave. En primer lugar, que la valoración de la calidad en la asistencia recibida ha mejorado respecto a 2015; o lo que es lo mismo, que los pacientes creemos en nuestro sistema público de salud y confiamos en sus profesionales.
En segundo lugar que nuestro modelo sanitario público es válido, pero necesita cambios para adaptarse con éxito a la sociedad y a las exigencias de sus usuarios. Ambos aspectos se pueden resumir en uno: consideramos necesario introducir cambios en el actual SNS, pero no se precisa -y no demandamos- un cambio de sistema.
Además, los pacientes crónicos insistimos en que las distintas políticas de las comunidades autónomas dificultan el acceso a los tratamientos en condiciones de igualdad. También reclamamos la eliminación de las diferencias en todo lo relacionado con la asistencia. Es preciso recordar que el hecho circunstancial del lugar de residencia del ciudadano no puede condicionar sus derechos vinculados a la salud.
El próximo 26 de junio, el movimiento asociativo de pacientes se pondrá a disposición del Gobierno que salga de las urnas, al tiempo que le reclamaremos que nos integre en los procesos de toma de decisiones de la política sanitaria y que cesen las diferencias en la atención que reciben los españoles en función de la comunidad en la que viven.
Le recordaremos que tenemos un único Sistema Nacional de Salud, aunque esté gestionado por diferentes administraciones, y reclamaremos una cartera de servicios y prestaciones común, como elemento estratégico de cohesión, y para ello habrá que modificar el Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del SNS y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones.
Todo ello solo será posible si hay una firme voluntad política en el Ministerio de Sanidad y lealtad institucional y deseo de colaboración entre las diferentes administraciones sanitarias.
Además, para mejorar la participación y la atención prestada a los pacientes crónicos hay que abordar cambios en nuestros servicios sanitarios. Disponemos de la Estrategia de Abordaje de la Cronicidad del SNS aprobada en 2012 y de las experiencias impulsadas en diferentes comunidades. Es desde ahí desde donde hay que comenzar a trabajar para diseñar el mejor futuro para nuestro sistema público.
Todos llegaremos un día a ser pacientes crónicos y necesitamos de un Sistema Nacional de Salud que, igual que se ha manifestado válido parar atender procesos agudos, se oriente para atender con similar eficacia a quienes padecen enfermedades crónicas o enfermedades con síntomas de cronicidad.
Los pacientes somos ciudadanos y usuarios y defendemos una sanidad pública, universal, de calidad y financiada con nuestros impuestos, y aspiramos, creemos que con legitimidad, a que las políticas sanitarias se diseñen y se implementen no solo para los pacientes, sino contando con la opinión, criterio y voluntad de los mismos pacientes.
Somos muchos los pacientes y queremos trabajar en el diseño de las políticas que nos afectan en colaboración con el Gobierno de la nación y las comunidades autónomas. A veces la suma de uno más uno es bastante más que dos.