La cifra de donaciones en España se mantuvo estable a pesar de la pandemia
Dona sangre para que el mundo siga latiendo
Bajo el lema ‘Dona sangre para que el mundo siga latiendo’, este lunes, 14 de junio, se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, una efeméride instituida en 2005 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), la Federación Internacional de Organizaciones de Donantes de Sangre (FIODS) y la Sociedad Internacional de Transfusión de Sangre (ISBT) para concienciar a la sociedad sobre la necesidad de disponer de sangre y productos sanguíneos seguros y agradecer el altruismo de sus donantes, cuya solidaridad permite salvar cada año millones de vidas.
Como informa la OMS, “la necesidad de sangre es universal, pero el acceso de todos los que la necesitan no lo es, muy especialmente en los países en desarrollo. Este Día Mundial ofrece una oportunidad para instar a los gobiernos y a las autoridades sanitarias nacionales a que proporcionen los recursos suficientes y establezcan sistemas e infraestructuras que permitan aumentar la obtención de sangre de donantes voluntarios y no remunerados”.
La fecha elegida para la efeméride, 14 de junio, conmemora el nacimiento en 1868 de Karl Landsteiner, patólogo y biólogo austríaco que descubrió los grupos sanguíneos ABO, avance por el que fue reconocido con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en el año 1930.
Mantener el pulso del mundo
Esta edición del Día Mundial se celebrará bajo el lema ‘Dona sangre para que el mundo siga latiendo’, a la sazón título de la campaña con la que la OMS quiere destacar la contribución esencial de los donantes para mantener el pulso del mundo, salvar vidas y mejorar la salud de los demás, así como reforzar el llamamiento mundial para que más personas donen periódicamente y contribuyan a mejorar la salud.
Además, y si bien cualquier persona con un buen estado de salud y una edad entre los 18 y los 65 años –a partir de los 16 en algunos países– puede donar, la campaña se centra especialmente en el papel de los jóvenes para garantizar un suministro de sangre segura. No en vano, recuerda la Organización, “en muchos países, los jóvenes han estado en la vanguardia de las actividades e iniciativas encaminadas a lograr un suministro de sangre segura mediante donaciones voluntarias y no remuneradas. Y en muchas sociedades, los jóvenes representan una gran parte de la población y son, por lo general, sumamente idealistas, entusiastas y creativos”.
En este contexto cabe destacar que durante la pandemia y a pesar de las restricciones de movilidad y otras dificultades, los donantes de muchos países continuaron donando sangre y plasma. Un esfuerzo extraordinario en medio de una crisis sin precedentes que pone de relieve el papel crucial de los donantes bien organizados, voluntariamente comprometidos y no remunerados para velar por la disponibilidad de suministros de sangre segura y suficiente, tanto en tiempos de normalidad como de crisis.
El acto central de la OMS por este Día Mundial se celebrará este lunes en Roma (Italia).
1.804.500 transfusiones
El pasado año se registraron en España un total de 1.632.447 donaciones de sangre gracias a la generosidad de 1.097.070 donantes –el 4% de la población con edades entre los 18 y los 65 años–, de los que 160.383 fueron nuevos donantes –el 15% del total–. Una cifra de donaciones que, como destaca la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), permitió la realización de 1.804.500 transfusiones a más de 447.000 pacientes.
Como explica la doctora Cristina Arbona, vocal de la SEHH, “estas cifras han sido adecuadas para atender la demanda de la red hospitalaria. España es autosuficiente en componentes sanguíneos destinados a transfusión desde hace tres décadas, y se ha alcanzado un excelente nivel de calidad y seguridad”.
Unas cifras que, pese a la pandemia, resultan muy similares a las registradas en años anteriores. De hecho, y más allá de las dificultades logísticas durante el Estado de Alarma, la COVID-19 no supone un impedimento para la donación de sangre y plasma. Como concluye la doctora Arbona, “con la información actualmente disponible las vacunas contra el SARS-CoV-2 cumplen las condiciones para que las personas que las reciban puedan ser aceptadas para donar sangre si se encuentran bien de salud”.