16 de marzo, Día Mundial del Sueño
El 90% de los pacientes con apnea del sueño aún no han sido diagnosticados
El 90% de los pacientes con apnea del sueño permanece sin diagnosticar. Una situación preocupante dado que, como recuerda la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo de la celebración hoy, 16 de marzo, del Día Mundial del Sueño, este trastorno se encuentra estrechamente relacionado con los accidentes cerebrovasculares, “por lo que la identificación y adecuado tratamiento de estos pacientes resulta primordial”.
La apnea del sueño, el trastorno del sueño más frecuente entre las personas que experimentan somnolencia diurna excesiva, consiste en la interrupción, durante al menos 10 segundos, de la respiración durante el sueño, por lo que éste es superficial y fragmentado.
En este contexto, como explica la Dra. Montserrat Pujol, vocal del Grupo de Estudio de la Vigilia y Sueño de la SEN, “la apnea del sueño es un importante problema de salud pública. Y no solo por el riesgo que supone no dormir adecuadamente, sino porque se ha estimado que el 63% de las personas con problemas cerebrovasculares experimentan más de 10 apneas por hora”.
Trastornos del sueño
La apnea del sueño afecta a entre un 2% y un 4% de la población adulta o infantil, si bien la incidencia es mayor en las personas con sobrepeso y las mujeres que ya han pasado la menopausia.
El tratamiento más común para pacientes con apnea moderada y grave es la utilización del dispositivo de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP). Como señala la Dra. Pujol, “diversos estudios sostienen que el tratamiento con CPAP disminuye tanto el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular como de muerte por esta causa”.
Con objeto de evitar trastornos del sueño de cualquier tipo, la SEN recomienda que los horarios de sueño y comidas se mantengan estables. “Lo indicado es aprovechar los ciclos de luz para ajustar nuestros horarios –puntualiza la Dra. Pujol–, así como buscar espacios libres de ruido y de estímulos externos, no realizar comidas copiosas, evitar las bebidas estimulantes, sobre todo antes de la hora de dormir, y realizar deporte y adoptar un estilo de vida activo”.