La prevalencia de sobrepeso en Estados Unidos permanece invariable desde 2006
La promoción de hábitos saludables logra estabilizar la obesidad infantil
Los programas para promocionar el ejercicio físico y la alimentación saludable entre la población infantil y adolescente han conseguido que la prevalencia de la obesidad en los menores de edad se haya estabilizado en la última década. Así ha sucedido, cuando menos, en Estados Unidos según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Massachusetts en Boston (Estados Unidos) y publicado en la revista ‘Pediatrics’.
En palabras del doctor Ronald Iannotti, director de la investigación, “a tenor de los resultados, confiamos en que todos los esfuerzos de las autoridades sanitarias se centren en promover la actividad física y un mayor consumo de frutas y verduras. No en vano son medidas que están surtiendo efecto”.
Y es que, destaca el doctor Iannotti, “el hecho de que la obesidad se esté estabilizando es una sorpresa y un gran cambio dado el aumento constante que había experimentado durante años”.
Invariable desde 2006
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los datos sobre hábitos de vida recabados en distintas encuestas realizadas entre la población escolar de Estados Unidos –en los períodos 2001-2002, 2005-2006 y 2009-2010 para un total de 34.605 menores.
Los resultados, como resaltan los autores, “muestran tendencias alentadoras en la dieta y la práctica de ejercicio en la población infantil y adolescente”. Así, por ejemplo, el número de días en los que, cada semana, los niños afirmaban practicar al menos una hora de ejercicio pasó de 4,3 en 2001-2002 a 4,5 en 2009-2010. Una tendencia, además, que resultó similar para ambos géneros.
Menos horas frente al televisor
También se observó una disminución de la media de horas diarias –tanto en días laborables como en fin de semana– pasadas frente al televisor: 3,1 horas en 2001-2002 y 2,4 en 2009-2010. Y asimismo, una mayor frecuencia en la toma del desayuno –3 días en el primer período y 3,3 en el último– y un mayor consumo de frutas y verduras –a la par de un descenso en el consumo de dulces y bebidas gaseosas.
En consecuencia, la tasa de menores con sobrepeso u obesidad, si bien aumentó del 10,3% en 2001-2002 al 12,7% en 2005-2006, permanece desde entonces invariable.
En definitiva, los autores se muestran optimistas ante esta “gran sorpresa”, si bien reconocen que “aún hay una gran parte de adolescentes que no cumplen con las recomendaciones indicadas en cuanto a hábitos de actividad física y alimentación. Todavía hay un gran margen de mejora”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Pediatrics’?