Los sistemas sanitarios tienen recursos suficientes, pero muchos se despilfarran
Un experto alerta de que elevadas tasas de desempleo incrementan la demanda de servicios sociosanitarios
Las tasas elevadas de desempleo tienen un impacto negativo en la salud de la población y, por ende, incrementan la demanda de la atención sanitaria. Así lo ha señalado el profesor Chris Ham, director ejecutivo de la The King’s Fund de Reino Unido y uno de los principales expertos mundiales en sistemas de atención sociosanitaria al paciente crónico, en el marco de las ‘XXXII Jornadas de Economía de la Salud’ de la Asociación de Economía de la Salud (AES) celebradas en Bilbao: «Por ejemplo, el paro provoca una mayor demanda por determinadas enfermedades, caso de la depresión, en las personas jóvenes».
El problema, asegura el profesor Ham, «es que tenemos más demanda de atención sociosanitaria justo en el momento en el que no entran más recursos para el sistema de salud».
‘Hay recursos’
Una situación que, si bien requiere de la puesta en práctica de muchas innovaciones planteadas desde hace varios años –»creo que la atención al paciente crónico es uno de los ámbitos en los que más se tendría que poner en práctica», asegura el profesor Ham–, no implica que no haya recursos.
Como asegura el profesor Ham, «existen recursos suficientes en el sistema para su funcionamiento, pero hay una gran cantidad de los mismos que se despilfarran, así como bastantes bolsas de ineficiencia en el propio sistema».
En definitiva, y dado que «el mayor desafío al que nos enfrentamos es lograr la sostenibilidad del sistema, tenemos que ser más eficientes en qué coberturas damos y en qué empleamos los recursos para hacer el sistema sostenible». «No en vano, en el futuro habrá una distancia creciente entre los recursos disponibles y la demanda de cuidados de salud», advierte el profesor.
Autocuidado
Una de las mejores intervenciones en la búsqueda de la sostenibilidad es la apuesta por la concienciación de la población sobre la importancia de modificar sus hábitos de vida, llevar una alimentación adecuada, realizar ejercicio físico y reducir la ingesta de alcohol y tabaco.
Como concluye el profesor Ham, «hay que poner un mayor énfasis en el autocuidado, que los pacientes gestionen una buena parte de su propia salud, pero tampoco les debemos abandonar: hemos de darles apoyo para el autocuidado y podemos usar la tecnología para que resulte más fácil».