Las listas de espera quirúrgicas conllevan un empeoramiento del estado de salud de los pacientes, suman complicaciones y añaden dificultad a las operaciones, pudiendo restar años de vida a los intervenidos. Así lo recuerda la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) a propósito de la publicación de los datos de lista de espera del Sistema Nacional de Salud (SNS), en los que se observa que un total de 706.740 pacientes se encontraba a fecha de 31 de diciembre de 2021 en lista de espera para una operación en la sanidad pública con un tiempo medio de 123 días.

La cifra, la más alta de la serie histórica iniciada en 2003, supone que los pacientes lleguen a la intervención en un estado de mayor fragilidad, sufrimiento y con peor calidad de vida. Y como explica Carina Escobar, presidenta de la POP, “estas cifras ministeriales muestran el daño que produjo el parón en seco de las primeras olas de la pandemia, provocando un impacto importante en los pacientes con enfermedades crónicas y aumentado sus necesidades de asistencia”.

Facilitar la elección del paciente

Entre otros resultados, la tercera fase del ‘Estudio del Impacto de la COVID-19 en las personas con enfermedad crónica’ de la POP mostró que, desde el inicio de la pandemia, el 42,9% de los pacientes crónicos experimentaron un empeoramiento de su salud o la presentación de una nueva sintomatología completamente diferente a sus síntomas cronificados. Una situación que, además de afectar a los propios pacientes, conlleva un incremento de los costes sanitarios y un impacto en la vida de sus allegados.

Por ello, y además de una mejora en las cifras de las listas de espera, la POP reclama que los datos de calidad y seguridad de las cirugías sean transparentes para, así, poder dimensionar realmente el problema.

No en vano, “conocer las complicaciones postoperatorias de todos los procedimientos quirúrgicos que se realizan en general y en cada hospital en particular es fundamental. Sería necesario un proceso más transparente de los datos de resultados de cirugías, complicaciones y éxitos”, incide la Plataforma, para la que “auditar y publicar los datos por la Administración Sanitaria de todos los servicios de Cirugía permitiría conocer objetivamente la realidad, establecer hitos de mejoras y la elección de los pacientes de poder dirigirse a aquellos servicios de Cirugía con mejores resultados”.