Puede suceder al cambiar el medicamento habitualmente prescrito por otro bioequivalente
Los cambios en la forma o color de los medicamentos dificultan la adherencia
El cambio en la forma o el color de los medicamentos puede generar confusión entre los pacientes a la hora de tomar sus tratamientos. O lo que es lo mismo, olvidarse de tomarlos o equivocarse de medicamento, lo que resulta en una menor adherencia terapéutica. Así sucede, cuando menos, con los fármacos indicados para la epilepsia, tal y como muestra un estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine.
En palabras del doctor Aaron S. Kesselheim, del Brigham and Women’s Hospital de Boston (Estados Unidos) y director de la investigación, «los cambios en el color de las pastillas incrementan significativamente las probabilidades de interrupción de los tratamientos antiepilépticos, situación que puede conllevar importantes implicaciones clínicas«.
Colores y formas
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores evaluaron a 11.472 pacientes con epilepsia que habían interrumpido sus tratamientos, observando que en 136 casos la razón obedecía a que el color del fármaco era diferente y en 18 a que la forma había cambiado.
Y es que como recuerda Kesselheim, «en Estados Unidos, los antiepilépticos que se dispensan tienen 37 colores y 4 formas diferentes«.
En consecuencia, concluyen los autores, «nuestros hallazgos sugieren que se lleve a cabo una reconsideración de las actuales políticas regulatorias –de Estados Unidos– que permiten una gran variación en la apariencia de los fármacos bioequivalentes«. Esto es, de los fármacos genéricos con respecto al medicamento de marca.
No en vano, las diferencias en la apariencia de los medicamentos resultan en una menor cumplimentación de los tratamientos, «lo que puede tener consecuencias no solo médicas, sino también sociales y económicas«, incide Kesselheim.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘JAMA Internal Medicine’?