La industria farmacéutica pide prioridad para la sanidad en los presupuestos públicos
Más recursos, menos recortes
«Las asociaciones de pacientes constituyen una riqueza enorme para el sistema sanitario y las dificultades que atraviesa el sector pueden comprometer su tantas veces heroica labor. Es preciso garantizar la calidad asistencial y la sostenibilidad del sistema sanitario público«. El presidente de la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (Farmaindustria), Jordi Ramentol, ha solicitado al nuevo Gobierno un plan de viabilidad que permita al sector hacer frente a la situación límite en la que se encuentra como consecuencia de los grandes recortes a los que se ha visto sometido en los últimos dos años.
En rueda de prensa celebrada en Madrid, los representantes de la patronal farmacéutica insistieron en que el problema radica en que España no dedica los suficientes recursos a financiar el Sistema Nacional de Salud (SNS) y en que se están buscando ahorros sin medir las consecuencias. «Tenemos un excelente Sistema Nacional de Salud a un coste muy asequible y, aunque es posible y necesario ahorrar, su sostenibilidad no puede ser a costa de la salud de los ciudadanos ni de la supervivencia de este sector industrial», afirmó Ramentol.
Deuda: 5.800 millones
La insuficiencia financiera del SNS ha disparado la deuda contraída por las administraciones autonómicas con las empresas que suministran medicamentos a los hospitales públicos, que asciende ya a 5.800 millones de euros, con un retraso medio en el cobro de 468 días lo cual, además de efectos devastadores en las compañías, está perjudicando notablemente la imagen y la confianza internacional en España y podría llegar incluso a dificultar el suministro de medicamentos.
En este escenario, desde la industria farmacéutica innovadora se insiste en que la vía de los precios para obtener nuevos ahorros no sólo está ya agotada, sino que ha comprometido el futuro inmediato de muchos laboratorios farmacéuticos, pues se están descapitalizando y no generan suficientes recursos para afrontar las grandes inversiones en investigación e internacionalización que requieren, y ha puesto en riesgo de deslocalización la inversión tanto en plantas productivas como en I+D realizada en España, además de haber destruido miles de empleos muy cualificados.
Dotar con más recursos
Por todo ello, este sector industrial considera que es el momento de encarar el problema y de hacerlo dotando a la sanidad de los recursos que necesita, dándole la prioridad que requiere en los presupuestos públicos, apelando a la corresponsabilidad de todas las partes en el uso racional de todos los bienes y servicios sanitarios, eliminando las bolsas de ineficiencia que aún existen en nuestra estructura sanitaria, gestionando con eficacia y disciplina los recursos, y mejorando la coordinación entre los servicios autonómicos de salud.
En esta línea, reclama al nuevo Gobierno que proteja la innovación y que establezca un escenario de certidumbre para todos que haga posible volver a llevar a la economía española a la senda de crecimiento apoyándose en sectores industriales como el farmacéutico, que está sólidamente implantado en nuestro país, que hasta ahora es líder en I+D, que es el cuarto sector exportador y que es una importante fuente de empleo cualificado, indicadores todos ellos en grave riesgo en la actualidad .
«Un escenario de certidumbre tendría también un efecto real e inmediato sobre los grandes protagonistas del sector, los pacientes, que manifiestan cada día en mayor medida su inquietud ante la actual situación», concluyó Jordi Ramentol.
– Claves de un sector puntero: La industria farmacéutica innovadora española es un sector económico de alta productividad (un 105% superior a la media de los sectores industriales manufactureros); muy competitivo en los mercados internacionales (las exportaciones de sus productos crecieron un 50% en los últimos cinco años); fuente de empleo cualificado (prácticamente la mitad de sus profesionales tienen estudios universitarios, con alto nivel de empleo femenino y baja temporalidad); motor de la inversión en la I+D industrial (con una inversión anual de más de 1.000 millones de euros, lo que la convierte en líder absoluto en inversión en investigación); y generadora de fuertes efectos positivos en otros sectores (además de generar directamente 40.000 empleos en España, su capacidad de generación de empleo indirecto e inducido es muy grande: 4 empleos indirectos e inducidos por cada empleado).