Hoy sábado, 6 de mayo, se celebra el Día Mundial de la Espondiloartritis Axial, una efeméride impulsada por la Federación Internacional de Espondiloartritis Axial (ASIF) y secundada por más de 50 asociaciones de pacientes de 40 países con el objetivo de informar a la sociedad sobre esta enfermedad inflamatoria reumática y sus afecciones relacionadas.

Como explica la Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis (CEADE), miembro de Somos Pacientes, esta enfermedad afecta a millones de personas en todo el mundo, pero la mayoría de la población no ha oído hablar de ella. El Día Mundial tiene como objetivo aumentar la conciencia del impacto que tiene en la vida de las personas, física, mental y emocionalmente. De hecho puede provocar dolor crónico, daño estructural y discapacidad.

La espondiloartritis axial es una artritis inflamatoria crónica de las articulaciones sacroilíacas y la columna vertebral. Una enfermedad en la que el movimiento es tan importante como la medicación, pues además de mejorar el bienestar físico y mental de los pacientes, también puede resultar útil a la hora de reducir el dolor y la rigidez, mejorar el sueño y aumentar los niveles de energía.

De ahí que el lema escogido para la efeméride sea ‘Nos movemos por la espondiloartritis axial’, con el que la ASIF quiere incidir en los beneficios del movimiento o, lo que es lo mismo, en que los pacientes se pongan en marcha y sigan moviéndose, ya sea con estiramientos suaves o corriendo una maratón. De hecho, “incluso unos pocos pasos pequeños cada día pueden conducir a una mejoría en los síntomas”, destaca la CEADE, que recomienda a los afectados seguir una actividad física que disfruten y se adapte a sus estilos de vida.

Tal es así que, entre otras actividades, como la iluminación en azul, color de la enfermedad, de monumentos y edificios destacados de todo el país, la Coordinadora y su movimiento asociativo están llevando a cabo distintas acciones para promover el ejercicio físico entre los afectados. Para más información pincha aquí. 

En este contexto, caminar puede ser un gran comienzo para mejorar la flexibilidad de las caderas y espalda, además de ofrecer un sencillo ejercicio cardiovascular. Sea como fuere, lo importante es que los pacientes encuentren una actividad física que se adapte a sus necesidades y la incorporen a su rutina diaria. Y de la misma manera, también es recomendable consultar con un médico o fisioterapeuta antes de comenzar un programa de ejercicios para asegurarse de que esté diseñado para sus necesidades y capacidad física.

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– A día de hoy, 10 asociaciones de pacientes dedicadas a la espondilitis anquilosante son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?