Este jueves, 3 de marzo, se celebra el Día Internacional del Cuidado del Oído y la Audición, una efeméride instituida en el año 2007 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de informar y concienciar a la población sobre la importancia de la salud auditiva y prevenir la pérdida de audición. No en vano, la pérdida de audición constituye a día de hoy la discapacidad sensorial más prevalente en todo el mundo.

En la presente edición, la efeméride se celebrará bajo el lema ‘Pérdida de audición en la niñez. ¡Qué hacer para escuchar de inmediato!’, con el que la OMS quiere llamar la atención sobre cómo hasta “un 60% de la pérdida de audición en la niñez es prevenible. Y cuando esta pérdida es inevitable, se dispone de intervenciones que pueden contribuir a que los niños afectados logren el desarrollo pleno de sus potencialidades”.

La fecha elegida para este Día Internacional, 3 de marzo –o 3-3, representativo de las dos orejas–, fue propuesta en el marco de la I Conferencia Internacional para la Prevención y Rehabilitación del Déficit Auditivo organizada por la OMS en el año 2007 en Pekín (China).

Prevenible en un 60% de los casos

A día de hoy conviven en todo el mundo cerca de 360 millones de personas –o lo que es lo mismo, el 5% de la población global– con pérdidas de audición consideradas discapacitantes. Y de los mismos, hasta 32 millones son niños menores de 15 años.

Como recuerda la OMS, “para los niños, la audición es esencial para aprender a hablar, tener buenos resultados escolares y participar en la vida social. De ahí que la pérdida de audición suponga un obstáculo para la educación y la integración social. Así, para los niños afectados puede ser enormemente beneficioso que la pérdida de audición se diagnostique en las fases tempranas de la vida y que se les ofrezcan las intervenciones apropiadas”.

Además, y si bien el 40% de estas pérdidas de audición son provocadas por factores genéticos y, por tanto, no resultan prevenibles, sí sucede así con el 60% restante.

Concretamente, entre las causas prevenibles se encuentran las infecciones –entre otras, las paperas, la rubeola, la meningitis, las otitis y el sarampión–, responsables de hasta un 31% de las pérdidas de audición en niños; las causas relacionadas con el parto –entre otras, las complicaciones en el parto, la prematuridad y el bajo peso al nacer–, que suponen un 17% de los casos; la toma de medicamentos ototóxicos, asociados con un 4% de las pérdidas de audición en la población infantil; y el ruido, principal responsable del restante 8% de casos prevenibles.

Importancia de la detección precoz

Como destaca la OMS, “la detección precoz de la pérdida de audición en la niñez, si va seguida de intervenciones oportunas y apropiadas, puede reducir al mínimo el retraso del desarrollo y facilitar la comunicación, la educación y el desarrollo social”.

Una detección temprana, por tanto, que resulta crucial para evitar el retraso en el desarrollo del lenguaje, los malos resultados escolares, el aislamiento social, el aumento del riesgo de traumatismos y el aumento de la pobreza que pueden padecer los niños afectados.

Así, incide la Organización, “mediante programas de pruebas de audición para lactantes y niños pequeños se puede detectar la pérdida de audición a edades muy tempranas. En los niños con pérdida de audición congénita, la afección se puede detectar a los pocos días de nacer”.

Por todo ello, debe requerirse la puesta en marcha de pruebas de detección de pérdida de audición para los escolares y lactantes; el fortalecimiento de los programas de atención sanitaria que, caso de la inmunización, están especialmente dirigidos a las madres y los niños; la formación de los profesionales sanitarios en atención audiológica; la monitorización y regulación del uso de medicamentos ototóxicos y de los niveles de ruido ambiental; y la sensibilización de población general para proteger la audición y combatir la estigmatización de los afectados.

Para más información sobre la campaña ‘Pérdida de audición en la niñez. ¡Qué hacer para escuchar de inmediato!’ de la OMS, clica aquí.

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