Bajo el lema ‘Se busca: líderes para un mundo libre de tuberculosis’, hoy sábado, 24 de marzo, se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis, una efeméride impulsada desde el año 1982 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias (UCITER) con el objetivo de informar y concienciar a la población sobre las consecuencias, tanto para la salud como económicas, asociadas a la tuberculosis, enfermedad que solo en 2016 causó la muerte de 1,7 millones de personas en todo el mundo.
Como explica la OMS, “a pesar de los avances logrados en las últimas décadas, la tuberculosis sigue constituyendo una de las principales enfermedades infecciosas más letales en todo el mundo, con cerca de 4.500 muertes diarias. Además, la irrupción de la tuberculosis multirresistente supone una amenaza significativa para la salud y podría echar por tierra los avances alcanzados en la lucha frente a la enfermedad”.
La fecha escogida para la efeméride, 24 de marzo, conmemora el anuncio en el año 1882 por el doctor alemán Robert Koch de la bacteria responsable de la infección: ‘Mycobacterium tuberculosis’, también conocida como ‘bacilo de Koch’.
1,7 millones de muertes anuales
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que contrajeron hasta 10,4 millones de personas en 2016, año en el que fue responsable de 1,7 millones de muertes. Además, como recuerda la OMS, “se calcula que una cuarta parte de la población mundial tiene tuberculosis latente, término este aplicado a las personas infectadas por el bacilo pero que aún no han enfermado ni pueden transmitir la infección. Así, las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen un riesgo a lo largo de la vida de enfermar de tuberculosis de un 5-15%. En cambio, las personas inmunodeprimidas, por ejemplo las que padecen el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), desnutrición o diabetes, así como los consumidores de tabaco, corren un riesgo mucho mayor de enfermar”.
Es más; se estima que en 2016 enfermaron de tuberculosis cerca de un millón de niños y 250.000 fallecieron a consecuencia de la enfermedad. Y asimismo, la tuberculosis es la causa principal de muerte de las personas infectadas por el virus de deficiencia humana (VIH), hasta el punto de que en ese mismo año fue responsable del 40% defunciones en esta población de pacientes –para un total de 400.000 decesos.
Sin embargo, no todo son malas noticias. Se estima que entre 2000 y 2016 se salvaron 53 millones de vidas gracias a la dispensación de servicios de diagnóstico y tratamiento contra la tuberculosis. Pero aún queda mucho por hacer. De hecho, y si bien la incidencia mundial de la tuberculosis está disminuyendo en torno a un 2% anual, este ritmo debería acelerarse hasta un 4-5% anual si se quieren alcanzar las metas fijadas para 2020 en la estrategia ‘Fin a la Tuberculosis’ puesta en marcha por la OMS.
Compromiso a todos los niveles
La presente edición de la efeméride se celebrará bajo el lema ‘Se busca: líderes para un mundo libre de tuberculosis’, con el que la OMS solicita el compromiso de toda la población para poner fin a la tuberculosis.
Como concluye la Organización, “este compromiso debe realizarse a nivel político, es decir, a nivel de jefes de estado y ministros de Sanidad, pero también en todos los demás niveles: alcaldes, diputados y líderes de la Comunidad. Los pacientes con tuberculosis, los activistas de la sociedad civil, los trabajadores de la salud y los médicos y enfermeras, así como las organizaciones no gubernamentales (ONG) también deben ser parte de este compromiso”.