La diabetes mellitus es el conjunto de trastornos metabólicos de carácter crónico causados por un déficit parcial o total de la producción o de la funcionalidad de la insulina, hormona responsable de la regulación del metabolismo de la glucosa. El resultado es un incremento de los niveles de la glucosa en la sangre (hiperglucemia) y distintas alteraciones del metabolismo de los lípidos y las proteínas.
Los síntomas principales de la diabetes mellitus son: emisión excesiva de orina, aumento anormal de la necesidad de comer, incremento de la sed y pérdida de peso sin razón justificada.
Los principales tipos de diabetes son: tipo 1 (se desarrolla por lo general en la segunda década de la vida y está caracterizada por la no producción de insulina); tipo 2 (la insulina se produce en cantidades insuficientes o no es correctamente utilizada; representa el 80-85% de los casos de diabetes y se encuentra comúnmente asociada con la obesidad), y diabetes gestacional.
La diabetes insípida se produce por una secreción o funcionalidad deficiente de la vasopresina, hormona antidiurética responsable de limitar la excreción de agua por los riñones. Los pacientes sufren una emisión abundante de orina diluida y poco concentrada.