Ya lo utilizó el pasado mes de mayo para completar la maratón de Londres
Claire Lomas, primera paraplejica en utilizar un exoesqueleto de forma permanente para caminar
La británica Claire Lomas, mujer de 32 años con las piernas paralizadas, se ha convertido en la primera persona del mundo que utilizará de forma permanente un exoesqueleto biónico para poder andar, un dispositivo que hasta ahora sólo se utilizaba en hospitales y centros de rehabilitación.
El pasado mes de mayo Lomas ya se convirtió en la primera persona con paraplejia en completar una maratón gracias a la ayuda de un traje biónico, hazaña en la que invirtió 16 días –una media cercana a los tres kilómetros diarios– y que permitió recaudar cerca de 253.000 euros para la investigación de las lesiones de la espina dorsal. Ahora, podrá utilizar todos los días el traje, bautizado con el nombre de ‘ReWalk’.
El exoesqueleto se activa cuando el usuario se inclina para manifestar su deseo de dar un paso. Además, el traje no solo soporta el peso del cuerpo, sino que permite al portador subir y bajar escaleras y sentarse o permanecer de pie de forma independiente. En palabras de Lomas, «las actividades rutinarias son ahora muy gratificantes, ya que estar de pie lo es todo para mí».
250.000 usuarios potenciales
En la actualidad se están llevando a cabo distintos estudios clínicos para respaldar la posibilidad de que las autoridades sanitarias financien la compra del exoesqueleto, a día de hoy valorado en 57.000 euros. Y es que en opinión de los desarrolladores –la empresa Argo Medical Technologies–, los ahorros en el tratamiento de los problemas de salud relacionados con la inactividad podrían compensar su coste.
En palabras de Larry Jasinski, consejero delegado de la compañía, «el coste asociado con el tratamiento de estos problemas, caso de las úlceras por presión o la pérdida de densidad ósea, oscila entre los 400.000 y los 2,4 millones de euros a lo largo de la vida del paciente».
Los desarrolladores calculan que a día de hoy conviven en Europa y Estados Unidos cerca de seis millones de usuarios de sillas de ruedas, de los que en torno a 250.000 podrían ser aptos para utilizar el dispositivo ‘ReWalk’.