Los españoles, tras los finlandeses, principales usuarios en el uso de estas TIC en Europa.
Uno de cada cuatro españoles utiliza ‘apps’ de salud prescritas por su médico
El 26% de los españoles utiliza aplicaciones de salud y bienestar en sus teléfonos móviles por recomendación de sus médicos. De hecho, los ciudadanos de nuestro país son, tras los finlandeses (28%), los europeos que mayor uso hacen de este tipo de aplicaciones. Así lo muestran los resultados del informe ‘Socialogue’ elaborado por la consultora IPSOS a partir de las entrevistas realizadas en 27 países –entre ellos España.
Como destaca IPSOS, «los expertos en salud y bienestar españoles parecen estar de acuerdo en cambiar su recomendación de comer la tradicional manzana al día por utilizar lo último en novedades tecnológicas. Es decir, son partidarios de la máxima ‘an App a day keeps the doctor away’ (‘una app al día mantiene apartado al doctor’), una nueva versión adaptada a los nuevos tiempos del mítico refrán inglés ‘an Apple a day keeps the doctor away’, que recomienda comer una manzana al día para prevenir muchos problemas de salud«.Solo un 1% de noruegos
Los resultados de esta encuesta elaborada a partir de las entrevistas realizadas a 500-1.000 adultos de cada uno de los 27 países participantes, muestran cómo el uso de ‘apps’ en nuestro país es muy superior a la observada en Francia (17%), Alemania (13%), Bélgica (12%), Reino Unido (9%) o Italia (8%), «en los que los especialistas parecen guiarse todavía por métodos más tradicionales a la hora de prevenir o mejorar los aspectos relacionados con la salud y el bienestar».
Sin embargo, el uso de ‘apps’ de salud y bienestar en España queda aún muy lejos del observado en Turquía, India y China, países en los que hasta un 56%, un 49% y un 46% respectivamente de los ciudadanos afirman utilizar estas aplicaciones móviles tras ser recomendadas por un profesional sanitario.
Finalmente, los países con menor uso de este tipo de ‘apps’ son Japón (8%), Suecia (5%), Holanda (3%) y Noruega (1%), en los que el uso de aplicaciones de salud es prácticamente nulo.