El 90% de los ciudadanos españoles considera que el consumo de los cigarrillos electrónicos –o e-cigarrillos– debería prohibirse en los espacios públicos cerrados, incluidos bares y restaurantes. Así lo muestra la encuesta llevada a cabo por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) con la participación de 6.857 ciudadanos de todo el país, entre los que se contaban fumadores (1.827), no fumadores (2.720) y ex fumadores (2.309).
La razón aducida por los encuestados para su prohibición es el desconocimiento de los efectos que los cigarrillos electrónicos tienen sobre la salud. Y es que como muestran los resultados la encuesta, el 36% de los fumadores, por un 29% de los ex fumadores y un 28% de los no fumadores, desconocen que su consumo resulta perjudicial.Como explica la doctora Arantza Mendiguren, coordinadora de la ‘XV Semana Sin Humo’ de la semFYC, «no hay estudios que demuestren su seguridad y eficacia para dejar de fumar, por lo que consideramos que es necesario investigar más para valorar su seguridad a corto y largo plazo y su eficacia como método de abandono del tabaco. Es importante que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad amplíe lo antes posible su regulación a todos los lugares públicos cerrados, incluyendo los bares y restaurantes, y su venta y publicidad a menores».
‘Limbo legal’
Entre otros resultados, la encuesta también revela que el 71% de los fumadores y el 82% de los ex fumadores consideran que los cigarrillos electrónicos pueden provocar que los adolescentes se sientan atraídos por el hábito y comiencen a fumar. Tal es así que la gran mayoría de encuestados también apuesta por la limitación de la publicidad de estos productos.
Como denuncia la doctora Mendiguren, «las medidas aprobadas hasta ahora siguen suponiendo un limbo legal ante cuestiones tan importantes como es la reglamentación de los productos utilizados, la información de los peligros para los niños y la cantidad de nicotina que contienen».
Proteger a los más pequeños
Por otra parte, y por lo que respecta a las preguntas sobre la exposición al humo del tabaco en niños, el 85% de los encuestados (fumadores y no fumadores) reconoce que esta exposición resulta muy nociva para los más pequeños.
Sin embargo, solo un 21% de los españoles protege a los niños del humo de los cigarrillos en casa y en el coche. En consecuencia, como apunta la doctora Mendiguren, «hay una clara indefensión por parte de los más pequeños ante los perjuicios del tabaco, así como una necesidad de realizar una importante labor de concienciación entre los adultos para proteger a los niños».
De hecho, y según concluye la encuesta, más del 94% de los españoles estaría de acuerdo en adoptar la normativa aprobada en Reino Unido que prohíbe fumar en aquellos coches en los que viajan niños.