Es recomendable volver de forma paulatina a la rutina y a los horarios fijos y respetar las cinco comidas diarias
Vuelta al ‘cole’, buen momento para mejorar los hábitos alimenticios
Coincidiendo con el inicio del curso escolar y la vuelta de los niños a su rutina diaria, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) recomienda a los padres que aprovechen la vuelta al colegio para “erradicar los malos hábitos alimenticios de los menores, así como para introducir una alimentación lo más nutritiva, saludable, rica y divertida posible”.
En palabras del doctor Albert Lecube, coordinador del Grupo de Obesidad de la SEEN, “la vuelta a la rutina puede ser difícil en función de la distorsión de los hábitos alimentarios durante el período vacacional. Así, hay que intentar volver de forma paulatina a la rutina y a los horarios fijos y respetar las cinco comidas diarias: desayuno, almuerzo a media mañana, comida, merienda y cena”.
Combatir el sobrepeso
Uno de cada cuatro niños españoles presenta exceso de peso –sobrepeso u obesidad–. Por ello, “cuidar de la alimentación de los niños en edad escolar debe ser una de las principales responsabilidades de cualquier país. Responsabilidad que, además, debe ser compartida tanto por los centros escolares como por los propios padres”, destaca la SEEN.
Y asimismo, debe requerirse que el “niño sea parte activa en su alimentación, desarrollando un criterio propio adecuado en cada situación”, recuerda el doctor Lecube.
Cinco comidas diarias
Concretamente, el desayuno debe aportar el 20-30% del total de la ingesta calórica diaria. Para ello, debe incluir “lácteos, cereales y frutas, que conjuntamente nos aportarán una buena cantidad de proteínas, hidratos de carbono, minerales, agua, vitaminas y fibras. Y se debe evitar, al máximo, el consumo de bollería industrial por ser una fuente de grasa más perjudicial para la salud”, incide este experto.
Posteriormente, durante el recreo, el niño debe tomar un pequeño tentempié, caso de una pieza de fruta, un lácteo, un quesito o un bocadillo. Y es que este almuerzo permitirá al niño mantener su rendimiento físico e intelectual y llegar en perfectas condiciones a la hora de la comida.
Comida y cena equilibradas
De la misma manera, la comida y la cena también se presentan como momentos esenciales en la alimentación del niño. Y como refiere el doctor Lecube, “debemos intentar complementar ambas ingestas, que deben ser equilibradas y variadas en preparaciones y texturas, incluyendo legumbres, frutas, verduras y hortalizas, pescado y carne, priorizando la carne blanca frente a la carne roja. La cena debería ser más ligera que la comida”.
Finalmente, la merienda, que debe constituir el 15% del aporte energético diario, se presenta como un momento ideal para completar el aporte de frutas, cereales y lácteos que no ha podido administrase durante el resto del día.