Se encuentran detrás del 2-5% de los accidentes, de los que el 2% resultan mortales
Las alergias respiratorias aumentan el riesgo de accidentes al volante
El 2-5% de los accidentes al volante que tienen lugar entre los meses de marzo y septiembre se encuentran relacionados con las alergias respiratorias. Unos accidentes que, en un 2% de los casos, resultan mortales. Por ello, la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) ha incidido en la importancia de que los conductores, en muchos casos desconocedores de su condición, conozcan los síntomas de este tipo de alergias, caso de la visión borrosa, los estornudos continuos, la fatiga y el dolor de cabeza.
Por lo general, los conductores ignoran los riesgos asociados con las alergias respiratorias. Pero como alerta Roberto Ramos, experto en seguridad vial de la CNAE, “estornudar mientras conducimos a una velocidad de 100 kilómetros por hora supone una pérdida de visibilidad durante 28 metros, distancia que puede incrementarse hasta los 100 metros en caso de tratarse de una serie de dos o tres estornudos”.
Antihistamínicos y conducción
Las personas con alergias respiratorias suelen recurrir con frecuencia a los fármacos antihistamínicos para paliar su sintomatología. Y en estos casos, como recuerda la CNAE, es importante que los conductores consulten previamente con el médico o el farmacéutico dado que presentan efectos secundarios que pueden interferir con la conducción.
Como recuerda la CNAE, “por mucho que hayan avanzado, los antihistamínicos siguen teniendo efectos secundarios. Así, los de primera generación producen somnolencia y efectos similares a conducir con una tasa de entre 0,5-0,8 de alcohol en sangre; los de última generación no suelen producir somnolencia, pero no deben mezclarse con alcohol; y aquellos que no precisan de receta médica pueden tener efectos secundarios desconocidos, por lo que es importante consultar con el farmacéutico”.
No en vano, la somnolencia se encuentra detrás de hasta un 15-30% de los accidentes de tráfico, fundamentalmente porque la somnolencia, como advierte la CNAE, “aumenta el tiempo de reacción, incrementa el número de distracciones, altera la capacidad de tomar decisiones al volante y, dado que los músculos se relajan, altera la capacidad de movilidad”.
Todo ello sin olvidar, como concluye Roberto Ramos, “que la somnolencia puede provocar que el conductor se quede dormido durante unos microsegundos sin darse cuenta, que la visión se vuelva borrosa y por tanto se altere la capacidad de percibir el entorno y que nuestro comportamiento se vuelva hostil por la sensación de inquietud que provoca el sueño”.
– A día de hoy, 6 asociaciones de pacientes dedicadas a las alergias son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?
Soy alergica a los alimentos con quimicos, pero ahora mi nieta de 4 años presenta tos seca persistente, esta en estudio