En un esfuerzo por mejorar la calidad de vida de aquellas personas diagnosticadas con una patología con alta prevalencia en España, el Ministerio de Sanidad y Política Social del Gobierno de España y las Comunidades Autónomas, de acuerdo con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), desarrollaron entre los años 2006 y 2009 varios programas o estrategias de salud. Surgió la de cardiopatías isquémicas, la de enfermedades reumáticas y la de diabetes, entre otras. Desde entonces, se han ido actualizando, evaluando y desarrollando programas específicos dirigidos a puntos concretos.

“Fundamentalmente, estas estrategias estaban enfocadas a realizar intervenciones que demostraban una mejora ante la aparición de complicaciones, y un avance en la esperanza y calidad de vida de las personas”, comenta Sara Artola, coordinadora científica de la Estrategia de Diabetes del Sistema Nacional de Salud. Y añade: “Estas estrategias reúnen recomendaciones realizadas a partir de un consenso de expertos y de la representación incuestionable de los propios pacientes que deben aportar y aprobar también el desarrollo de las recomendaciones que se elaboran en estos documentos y que van enfocadas a la prevención y promoción de estilos de vida, diagnósticos adecuados, tratamiento de la enfermedad y sus complicaciones, educación, investigación, etc.”.

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La Estrategia de Diabetes del Sistema Nacional de Salud recoge líneas de trabajo prioritarias para hacer frente a la enfermedad. Su actualización se produjo en el año 2012. “Desde entonces, se han desarrollado otros proyectos incorporados en las buenas prácticas clínicas, como la intervención en el pie diabético”, indica Artola. La experta desvela que el proyecto de la retinopatía diabética está en fase de desarrollo actualmente.

La experta también comenta que, en el medio plazo, esta estrategia deberá actualizarse incorporando recomendaciones sobre la implementación de tecnologías avanzadas. “Hay que capacitar a los pacientes en la aplicación de estas tecnologías; pero, indudablemente, siempre tenemos que pasar por la formación de los sanitarios, tanto médicos como enfermeras, que son los que acompañan al paciente en el mejor tratamiento de su salud”, indica.