Según el Barómetro del Dolor, estudio que analiza el impacto del dolor en la población, el 93 por ciento de los españoles ha sufrido algún tipo de dolor en los últimos 12 meses, tres puntos por encima de la media global (90%). De hecho, el 34% de los españoles reconoce experimentar a diario algún tipo de dolor y el 29% declara sufrirlo semanalmente.
La encuesta, que se ha elaborado a nivel internacional con datos de más de 24.000 personas de 24 países, demuestra que, en España, el dolor corporal es el más común, por encima del dolor de cabeza. En este sentido, los datos desvelan que el nuestro es el cuarto país de los participantes en el estudio con más incidencia del dolor corporal (71%) frente al de cabeza (29%). Esa tasa solo es superada por Portugal, Canadá y Australia. El estudio muestra que el más común entre los españoles es el dolor de espalda (95%), seguido del de lumbares (91%) y cervical (89%).
A la hora de aliviar el dolor, un 24% de los afectados declara no hacer nada y esperar a que el dolor remita, en tanto el 47% afirma aplicarse algún tipo de tratamiento. En este sentido, sigue habiendo una alta tendencia a no tratar el dolor de manera adecuada ni a tiempo, lo que puede conllevar retraso en el proceso de recuperación, derivando en un malestar mayor que podría haberse evitado.
Nueve de cada diez españoles confiesa que el dolor afecta a su bienestar general. Si bien es cierto que cada país convive con el dolor de una manera distinta, todos las personas consultadas coinciden en las consecuencias que tiene en la calidad de vida. En este sentido, los españoles consideran que el dolor causa un impacto negativo en su vida cotidiana, tanto a nivel social (75%), familiar (69%) o amorosa (65%), afectando no sólo a sus vidas, sino también a los que les rodean (48%). Además, según la encuesta, el dolor también afecta al sueño en más de la mitad de los casos.
El impacto en la economía
Por otra parte, sentir dolor tiene un efecto negativo en el plano laboral y económico . El Barómetro refleja que siete de cada diez españoles asegura que el dolor impacta en su vida profesional. Y es que, según las conclusiones del estudio, la mayoría considera que el dolor le hace ser menos productivo y les provoca estar menos motivados para el trabajo (85%).
Los datos confirman que cada español faltó una media de siete días en 2017 al trabajo a causa del dolor lo que supuso una pérdida de 11.129 millones de euros a la economía nacional. La cifra de días pagados y no trabajados debido al dolor es significativamente mayor entre los hombres (8,8 días de media) que entre las mujeres (5 días).
La relación con el profesional de la salud
La mayoría de los españoles, concluye el Barómetro promovido por GSK, acude al médico (88%) o al farmacéutico (65%) con el objetivo de encontrar ayuda para aliviar su problema. De hecho, durante el último año, siete de cada diez pacientes buscaron diagnóstico en un profesional de la salud (médicos 53%, fisioterapeutas o farmacéuticos 14%). Estas cifras demuestran que España se sitúa por encima de la media global (48%) en cuanto a diagnóstico en manos de un profesional.
En definitiva, los españoles aseguran sentirse bastante satisfechos con sus visitas al médico, tanto que el 58% afirma salir de la consulta de su doctor con una respuesta clara sobre su dolor y el 45% considera que su visita al farmacéutico fue útil en la gestión de su dolor.
Otra de las conclusiones arrojadas en el estudio es que España es uno de los países que menos barreras encuentra a la hora de acceder al alivio del dolor. Según el Barómetro, España tiene la tasa más baja de todos los países participantes en dificultad de acceso a la medicación. Sólo un 10% de españoles cree que hay poco acceso a los medicamentos y tan sólo un 8% considera que el coste de éstos sea un problema para aliviar su afección.